Con la exposición, que hace parte del programa de la renovación integral del museo, los organizadores buscan hacer de las instalaciones “una máquina de experiencia y de encuentro” entre los visitantes y las piezas exhibidas, según el director del centro, Daniel Castro Benítez.
Esta muestra pretende representar “la relación del individuo con su entorno y cómo aprovecha una serie de recursos de variada índole” a través de cuatro ejes temáticos que son “Tierra habitada”, “Tierra conquistada”, “Tierra explotada” y “Tierra representada”, explicó Castro.
Según el director, “los visitantes se van a encontrar con un conjunto de selecciones a las que se suman piezas artísticas, arqueológicas y etnográficas e históricas con respecto a un tema que está relacionado con los recursos que un territorio le ofrece y que se configuran como nación”.
El ciudadano podrá ver, por ejemplo, el “libro rojo del Putumayo”, que cuenta la explotación en el Amazonas, objetos usados para la cacería hace siglos o monedas de los primeros años de la República de Colombia.
Para dar una visión global a la exposición, el Museo Nacional ha involucrado en la muestra piezas de otras instituciones colombianas y del mundo para diversificar la exhibición.
Componen el recorrido, además de vitrinas, vídeos y audioguías para quienes deseen completar la información de los textos que acompañan los objetos.
Los cuatro ejes que componen la exposición son en primer lugar “La tierra habitada”, en la que se representan las primeras señales de presencia humana en la actual Colombia.
El segundo es “Tierra conquistada”, donde se identifica “cuándo el vínculo de una persona con ese entorno comienza a generar conflictos, cuando vienen externos a habitar el territorio y de alguna forma crean tensiones entre ese espacio conquistado y los recursos que hay en el entorno”.
Asimismo, “Tierra explotada” está en función de “unas escalas absolutamente desmedidas y donde ya se crean una serie de desequilibrios con el entorno”, y es ahí donde el museo evidencia el compromiso de las personas con el medioambiente.
Con la última sección, “Tierra representada”, se da cuenta de algunas interpretaciones a través de las cuales individuos y comunidades se han manifestado en relación con el uso y abuso de los recursos naturales.
“El museo debe invitar a que ese visitante tenga un rol muy activo, muy participativo, muy vinculante con respecto a su experiencia y sus saberes”, concluyó Castro.
“Tierra como recurso” podrá verse durante los próximos diez años.