“Los Alpes son un lugar fundamental, pero cada vez más frágil por una crisis climática que avanza. La Marmolada es un ejemplo de un glaciar moribundo”, denunció en un comunicado la dirigente de la asociación Legambente y presidenta de la Comisión Internacional para la Protección de los Alpes (CIPRA), Vanda Bonardo.
Estas dos organizaciones llevan cinco años poniendo en marcha la denominada “Caravana de los glaciares”, a la que se suman expertos, científicos y montañistas para supervisar el estado de estos “gigantes blancos” en las cimas de las montañas italianas.
En esta edición, que concluye hoy lunes, la caravana ha avisado del estado de “coma irreversible” en el que se encuentra el glaciar de la Marmolada, el mayor de las Dolomitas italianas.
De acuerdo a sus datos, la crisis climática y el aumento de las temperaturas han hecho que el glaciar de la Marmolada haya perdido 70 hectáreas de superficie solo en los últimos 5 años, y desde el año 1888 ha retrocedido 1.200 metros.
Asimismo, preocupa la pérdida de espesor de la superficie helada, con picos de hasta 10 centímetros diarios, señalan los expertos.
“A este ritmo, para 2040, el glaciar de la Marmolada ya no existirá”, advierten.
Este enorme bloque de hielo ya había dado muestras de su extrema fragilidad cuando en julio de 2022 registró un derrumbe que acabó sepultando y matando a once personas.
Su estado se ve además agravado por otros problemas, como la presencia de microplásticos y basuras, y la permanencia de estaciones de esquí cerradas y cuyas instalaciones siguen sin ser desmanteladas, apuntaron Legambente y CIPRA.
Fuente: EFE