El Hombre del Norte trae una leyenda de venganza

La más nueva cinta épica vikinga El Hombre del Norte (The Northman) llegó esta semana a los cines de Paraguay, de la mano de la distribuidora Filmagic, con una magistral historia de traición y venganza donde la realidad y la brujería enmarcan el visceral viaje de Amleth -el mismo que inspiró a Shakespeare- hacia su destino.

El Hombre del Norte cuenta una de las historias más celebradas de la modernidad: el camino de la venganza de un joven príncipe nórdico contra su tío que asesinó a su padre y desposó a su madre.

Su director y guionista, Robert Eggers, encaró la difícil tarea de competir con el propio Shakespeare en la recreación de los eventos que inspiraron a una de sus obras más profundas. Aparte de ocasionales guiños, casi cameos, como el de la calavera de Yorick, el parecido con Hamlet acaba allí. El largometraje es más fiel a la leyenda escandinava narrada por el historiador Saxo Grammaticus en el siglo XIII que al magnus opus del dramaturgo británico.

Historia de Venganza. La trama se desarrolla en un momento y una cultura en la cual la diferencia entre la humanidad y una horda de animales salvajes es principalmente el exceso de brutalidad y la sed de poder de los primeros.

El protagonista, Amleth, siendo un niño ve a su tío asesinar a su padre y tomar a su madre. A partir de ese momento vive con un propósito único, la venganza, en un mundo donde la brujería, los dioses y la mitología nórdica están vivos, mientras los humanos se mueven con naturalidad entre la delgada línea que separa al destino de la voluntad, en su violento ascenso hacia el Valholl.

La película ostenta una impresionante fotografía capturada en Islandia e Irlanda, con cautivantes montañas, ríos y bosques. Su banda sonora realza el espíritu de la historia, entrelazándose con él y dándole un pulido y rústico relieve.

Un talentosísimo elenco que incluye a actores del calibre de Ethan Hawke, Willem Dafoe, Nicole Kidman y Ana Taylor-Joy, además de la artista Björk en roles de soporte al imponente e intimidante rol central encarnado por Alexander Skarsgår.

La historia se desarrolla sin apuro ni piedad, y el argumento, va poniendo en perspectiva no sólo las motivaciones de su dudoso héroe, sino también las motivaciones -no del todo injustas- de los villanos.

El clímax de la cautivadora propuesta fílmica de aventuras y acción involucra una lucha en medio de ríos de fuego, donde la ira, la venganza, y la sed de sangre brillan por encima de la humanidad, y esto es plasmado con habilidad por el director en una metáfora maestra, cuya primitiva brutalidad es digna de ser apreciada en una moderna sala de cine.