De acuerdo a la Unión de Gremios de la Producción, el cultivo se extendió en 31.000 hectáreas y las áreas se encuentran principalmente en el sur del país.
Su ciclo es similar a la soja, se siembra a finales de invierno o bien entre diciembre y enero. El agricultor Daniel Ropke explicó que, a diferencia del año pasado, motivó la apuesta a este rubro los precios internacionales y la sequía que afectó a la soja. En el caso del girasol, se favorece de lluvias al inicio de la campaña y posteriormente resiste bien el calor y la falta de humedad. En promedio la cosecha, que se realiza entre marzo y abril, arrojó un promedio de entre 1.500 y 2.000 kilos por hectárea, aunque algunos productores alcanzaron incluso 3.000 kilos.
En cuanto a los precios, actualmente los agricultores están recibiendo unos USD 550 por tonelada de parte de las industrias. Los valores dependen de la calidad de las semillas.
Ropke mencionó que los productores que se dedican al girasol en muchos casos son sojeros que diversifican sus rubros para administrar los riesgos de cada planta. En ese sentido comentó que muchos pudieron alivianar sus gastos, principalmente por el alquiler de tierras ante la pérdida que representó la cosecha de soja. Se estima que el rendimiento cayó casi en un 70%.
La Cifra
31.000
hectáreas de girasol se sembraron este año, principalmente en el Departamento de Itapúa. El rubro tiene un buen precio.