17 jun. 2025

El FMI recorta al 2,5 por ciento el crecimiento de América Latina en 2009

Washington, 6 nov (EFE).- El Fondo Monetario Internacional (FMI) redujo hoy al 2,5 por ciento su pronóstico de crecimiento para América Latina, después de que recortó sus previsiones para todos los países importantes del mundo por el agravamiento de la crisis económica.

La entidad bajó en siete décimas el cálculo para la región que había adelantado hace tan sólo un mes, en vista de que desde entonces las cosas sólo han ido a peor.


El Fondo ahora prevé que el barril de petróleo se cotice a 68 dólares en media en el 2009, muy lejos de su máximo de 147 dólares de julio. EFE | Ampliar imagen

América Latina había sobrellevado bien hasta ahora la crisis, pero el Fondo cree que su economía sufrirá un parón en el 2009, pues perderá dos puntos de crecimiento, frente al 4,5 por ciento previsto para este año.

México se resentirá en especial, pues crecerá tan sólo un 0,9 por ciento en el 2009, la mitad que lo que el Fondo había previsto en octubre.

Brasil, por su parte, se expandirá un tres por ciento el próximo año, medio punto porcentual menos que el estimado anteriormente.

Jörg Decressin, el responsable del informe, achacó la revisión de los números de Brasil a la caída de los precios de las materias primas que exporta, de la demanda internacional y a la reciente bajada de su bolsa. El FMI no dio datos de otros países de América Latina.

Para la entidad, la época de oro de los exportadores de materias primas latinoamericanos ha terminado.

El Fondo ahora prevé que el barril de petróleo se cotice a 68 dólares en media en el 2009, muy lejos de su máximo de 147 dólares de julio.

Al mismo tiempo, los bancos internacionales se concentran en reducir su nivel de deuda en lugar de prestar o invertir, lo que ha provocado un éxodo de dinero de los países emergentes, según el organismo.

Esas naciones han sufrido las caídas bursátiles más acusadas, que sumaron un 40 por ciento en octubre medidas en dólares, tras tener en cuenta la desvalorización de sus monedas.

Además, los mercados para sus productos se han achicado de forma súbita por la caída “drástica” de la demanda en los países avanzados, según el FMI.

Los consumidores y las empresas “simplemente se han asustado y han decidido gastar menos”, dijo en una rueda de prensa, Olivier Blanchard, economista jefe de la entidad.

Estos factores colocarán el crecimiento del planeta en el 2009 en el 2,2 por ciento, ocho décimas menos que el cálculo anterior del Fondo.

En el pasado la entidad consideraba una cifra menor del tres por ciento como equivalente a una recesión mundial, pero Blanchard cambió la definición tras incorporarse a la entidad hace unos meses.

Estados Unidos, el origen de todos los males, sufrirá una contracción del 0,7 por ciento en el 2009, después de que el Fondo bajara en ocho décimas su previsión para el país.

Como grupo, en los países avanzados la producción caerá un 0,3 por ciento, la primera contracción anual desde la Segunda Guerra Mundial.

En el pasado, las economías ricas habían sufrido recesiones durante algunos trimestres, pero la media del año se había mantenido positiva.

El FMI revisó sus previsiones especialmente para presentarlas en la cumbre financiera de jefes de estado del G-20, que tendrá lugar en Washington la próxima semana, dijo a Efe Bill Murray, portavoz del organismo.

Ante la negrura de los pronósticos, Blanchard pidió más intervención pública.

“Una expansión fiscal global es necesaria en este momento”, dijo Blanchard, al tiempo que Decressin recomendó esa política específicamente a Estados Unidos, Alemania y China.

El otro frente de intervención es la política monetaria y en él actuaron hoy el Banco Central Europeo (BCE) y el Banco de Inglaterra, que redujeron sus intereses, medidas que Blanchard calificó como "útiles”.

Sin embargo, el margen de acción se termina a medida que el valor del dinero se acerca a cero (en Estados Unidos la tasa de referencia se encuentra en el uno por ciento), por lo que el énfasis debería estar en la política fiscal, explicó.

El economista francés dijo que si los Gobiernos meten mano de forma decidida a la crisis, sus pronósticos de crecimiento serán demasiado pesimistas. Previsiblemente se alegraría de equivocarse.