16 sept. 2025

El festival de la corrupción y de la impunidad prosigue en 2021

La exigua condena de dos años y seis meses de prisión por enriquecimiento ilícito —que, en la práctica, será de apenas seis meses—, otorgada por la Justicia al denominado mecánico de oro, presunto testaferro del ex senador Víctor Bogado, deja un nuevo sabor de impunidad ante otro caso emblemático de corrupción. Si acaso se esperaba que las cosas serían diferentes en el 2021, ya tenemos signos de que eso no sucederá. El festival de la corrupción y de la impunidad prosigue con otros casos que saltan a la luz, como el acuerdo secreto sobre la deuda con PDVSA, también camino al oparei. Hay un legítimo temor de que las compras de vacunas contra el Covid-19 también se vean envueltas en oscuros negociados. La ciudadanía debe estar en alerta para evitar que los avivados de siempre sigan metiendo la mano en la lata.

Si acaso existía alguna esperanza de que se produzcan cambios positivos en el manejo del sistema de Justicia y de la política en este nuevo año, ya tenemos claros indicios de que ello no ocurrirá, tras conocerse la sentencia judicial en otros de los casos emblemáticos de corrupción.

Este jueves, luego de tres años de investigación y proceso judicial, un tribunal —integrado por los jueces Víctor Medina, Elsa García y Olga Ruiz— condenó a dos años y seis meses de prisión por enriquecimiento ilícito a Miguel Ángel Carballo, más conocido como el mecánico de oro, a quien se le considera testaferro del ex senador colorado Víctor Bogado. En caso de que la sentencia quede firme, Carballo estará apenas seis meses en la cárcel, porque se haría suspensión a prueba de la ejecución por los otros dos años aplicados.

Carballo había ingresado como asesor del entonces presidente de Diputados, Víctor Bogado, con un salario de G. 12 millones. Anteriormente habría sido mecánico del parlamentario. El hecho llamativo fue que, a pesar de sus limitados recursos, compró el shopping Vía Bella por G. 1.900 millones y un departamento de G. 450 millones en el Yacht y Golf Club.

La resolución de la Justicia nuevamente deja un sabor de impunidad ante otro caso emblemático de corrupción, tal como ocurrió en la última semana del 2020, cuando otro tribunal prácticamente blanqueó al ex senador colorado Óscar González Daher y a sus socios, en el llamado “caso audios del Jurado de Enjuiciamiento de Magistrados”, al aplicarles también una condena puramente simbólica, a pesar de que todo el país pudo escuchar a través de diálogos grabados cómo traficaban abiertamente con los fallos judiciales y con los expedientes fiscales desde sus funciones públicas, convirtiendo al sistema judicial en un verdadero mercado, disponible al mejor postor.

En los primeros días de este nuevo año, 2021, al parecer nada ha cambiado.

El festival de la corrupción y de la impunidad prosigue con otros casos que han saltado a la luz, como el acuerdo secreto que el actual Gobierno había intentado realizar con el dirigente opositor Juan Guaidó en torno a la famosa deuda de Petropar con la petrolera venezolana PDVSA, un caso que involucra principalmente a Juan Ernesto Villamayor, actual jefe de Gabinete de la administración del presidente Mario Abdo Benítez, un caso desvelado en un reportaje del influyente periódico norteamericano The Washington Post, un caso que evidentemente también va camino al oparei.

Ahora también existe un legítimo temor de que las anunciadas compras de vacunas contra el Covid-19 también se vean envueltas en oscuros negociados, al haber aparecido ya varias propuestas de sectores privados para importar y comercializar el ansiado insumo médico —entre ellas, las de empresas del llamado Clan Ferreira, envueltos en otros casos de negociados con el Ministerio de Salud, que siguen impunes—, en momentos en que ya empiezan a dispararse las carreras políticas ante las próximas elecciones.

La ciudadanía debe estar en alerta para evitar que los avivados de siempre sigan metiendo la mano en la lata.