02 may. 2025

El dólar fuerte hace temblar a gran parte de la economía regional

El dólar estadounidense ha experimentado una inusitada revalorización en las últimas semanas y ha provocado que varias monedas latinoamericanas se devalúen, con inevitables consecuencias.

Las arcas públicas y las economías domésticas de los países de la región sufren con el fortalecimiento de la moneda estadounidense.

Gran parte de los productos que componen la canasta familiar en América Latina son importados y pagados en dólares, así como recursos tan importantes como los hidrocarburos y materias primas.

“Después de una pandemia en la que se estimuló la economía viene un gran fenómeno que se llama inflación. Cuando los bancos centrales empiezan a subir las tasas de interés y empiezan a ver una posible recesión, hay que frenar el crecimiento”, explica a EFE el analista financiero Andrés Moreno.

Otro factor importante en la depreciación de las monedas frente al dólar son las constantes subidas del tipo de interés por parte de la Reserva Federal estadounidense (Fed), la última el pasado 16 de junio al 1,50 %.

DOLOR PARA ARGENTINA. En Argentina, el fortalecimiento del dólar se suma a los desequilibrios macroeconómicos que arrastra el país y potencia la propia debilidad del peso, producto de una inflación del 64% interanual, la escasez de divisas internacionales, las expectativas de devaluación, el déficit fiscal y la incertidumbre política.

“Lo del dólar va a montarse sobre un problema que Argentina tenía antes”, señaló a EFE el economista de la consultora Ledesma Gabriel Caamaño, quien advierte de que ya se debate que la inflación pueda llegar a los tres dígitos.

Argentina aplica un fuerte control de cambios para autorizar el ingreso y egreso de dólares al tipo de cambio oficial, por lo que proliferan tipos de cambio paralelos en el mercado bursátil y el mercado negro.

Las expectativas de devaluación y la debilidad que arrastra el peso argentino se reflejan en una brecha superior al 147% entre el tipo de cambio oficial y el “blue” o paralelo, que esta semana llegó a cotizarse a 338 pesos.

INTERVENCIÓN EN CHILE. Las alarmas en Chile saltaron el pasado 14 de julio, cuando el dólar alcanzó el máximo histórico de 1.051 pesos. Esta vertiginosa escalada precipitó ese mismo día una histórica intervención en el mercado cambiario por parte del Banco Central por un monto de 25.000 millones de dólares hasta septiembre.

La intervención está siendo “exitosa”, pues ha conseguido en apenas cuatro jornadas el retroceso del dólar por debajo de los 1.000 pesos, según los expertos. El dólar en Colombia alcanzó el 12 de julio una cotización récord de 4.625 pesos impulsado por la volatilidad mundial ante el temor a que Estados Unidos entre en una recesión que se vuelva global.

El país será gobernado a partir del 7 de agosto por el izquierdista Gustavo Petro, pero analistas del mercado consideran que la coyuntura política influye poco en el comportamiento de la tasa de cambio, toda vez que el peso colombiano acumula en lo que va de año una depreciación del 10,5 % en la cotización oficial.

En Perú, el tipo de cambio del dólar experimentó en los primeros días de julio un incremento de 3,8% en promedio, en la cotización interbancaria, hacia el final del periodo que comprendió del 1 al 12 de julio. En esos días se tuvieron que dar 3,97 soles por dólar, a diferencia de los 3,82 soles en promedio de junio pasado, de acuerdo a cifras del Banco Central de Reserva del Perú (BCRP).

RETROCEDE EN BRASIL. En Brasil, la moneda estadounidense ha sufrido un carrusel y, en sentido contrario al resto de la región, acumula un descenso de apenas el 2,43% desde enero hasta el 20 de julio. Sin embargo, desde mayo pasado, el dólar se ha fortalecido gradualmente en el mercado brasileño, después de haber perdido hasta un 15,35%, aunque el impacto de la subida del billete verde no ha sido tan grande como en algunos de los países vecinos. De acuerdo con Joelson Sampaio, profesor de la Fundación Getulio Vargas (FGV), el fortalecimiento del dólar debe continuar en Brasil y otros países emergentes ante “la expectativa” de un mayor aumento de la tasa de intereses y de la inflación en EE.UU.

EEUU cerró 2021 con un déficit comercial del 27% y esta tendencia podría continuar este año si el dólar sigue estando fuerte frente al euro. A grandes rasgos, con un euro más débil, los bienes y servicios europeos resultan más atractivos para Estados Unidos, mientras que los productores nacionales resultan mucho menos competitivos internacionalmente.