El papa Francisco se refirió también al pasaje del Evangelio de san Marcos (7, 1-13), en el cual «Jesús encuentra gente que tiene miedo de ponerse en camino» y que construye una especie de «caricatura de Dios». Pero eso «es un carné de identidad falso» porque, explicó el Pontífice, «estos no-inquietos han silenciado la inquietud del corazón: dibujan a Dios con los mandamientos», pero haciendo así «se olvidan de Dios» para observar solo «la tradición de los hombres». Y, «cuando tienen una inseguridad, inventan o crean otro mandamiento».
Jesús dice a los escribas y fariseos que se llenan de mandamientos: «Anuláis la Palabra de Dios con la tradición que habéis transmitido, y de cosas como estas hacéis muchas». Esto precisamente «es el falso carné de identidad, el que podemos tener sin ponernos en camino, quietos, sin la inquietud del corazón».
Al respecto el Papa puso en evidencia un detalle «curioso»: el Señor, en efecto, «los alaba pero los reprende en el punto que más duele. Los alaba: sois en verdad hábiles en rechazar el mandamiento de Dios para observar vuestra tradición», pero luego «los reprende allí donde está el punto más fuerte de los mandamientos hacia el prójimo».
Jesús recuerda, en efecto, que Moisés dijo: «Honra a tu padre y a tu madre, y el que maldiga a su padre o a su madre es reo de muerte». Y prosigue: «Vosotros en cambio, decís: si uno le dice al padre o a la madre: los bienes con que podría ayudarte son corbán, es decir, ofrenda sagrada, ya no le permitís hacer nada por su padre o por su madre».
Al hacer así «se lavan las manos con el mandamiento más tierno, más fuerte, el único que tiene una promesa de bendición». Y, así, «están tranquilos, están quietos, no se ponen en camino». Esta por consiguiente «es la imagen de Dios que ellos tienen». En realidad su recorrido es un camino «entre comillas»: es decir, «un camino que no camina, un camino quieto…
(Frases de http://www.vatican.va/content/francesco/es/cotidie/2015/documents/papa-francesco-cotidie_20150210_dos-carnets-identidad.html).