Hasta hoy, el nuevo coronavirus causó 304 muertos y más de 12.000 afectados. En tanto, la primera alerta lo recibió la Organización Mundial de la Salud (OMS) el 31 de diciembre de 2019. Autoridades chinas advirtieron de la aparición en la ciudad de Wuhan, de 11 millones de habitantes, de una serie de casos de neumonía de origen desconocido y desde entonces se desató la preocupación mundial.
Los primeros análisis de secuencia del virus hechos por equipos chinos el 7 de enero permiten a la OMS identificar un nuevo coronavirus. Funcionarios chinos anuncian la primera muerte debida al virus el 11 de enero.
El 13 de enero, la OMS informa que en Tailandia se registró el primer caso fuera de China: una mujer con neumonía leve que volvía de un viaje a Wuhan. Luego, el 17 de enero, EEUU establece pruebas de detección en aeropuertos más importantes en vuelos procedentes de Wuhan.
Cuatro días después, otros aeropuertos como Bangkok, Singapur o Sidney, intensifican los controles en vuelos procedentes de zonas “de riesgo”. El 20 de enero, el científico chino Zhong Nanshan confirmó que la enfermedad se transmite entre humanos.
Más de la mitad de las provincias chinas se ven afectadas, incluyendo Pekín, Shanghái y Shenzhen. El 21, se detecta un primer caso en EEUU. El 22 de enero las autoridades chinas advierten que el nuevo coronavirus, que se transmite por vía respiratoria, podría “mutar y propagarse más fácilmente”.
PARALIZACIÓN. El 23 de enero se cancelan las salidas de trenes y aviones desde Wuhan y las autopistas son bloqueadas. La Ciudad Prohibida de Pekín se cierra al público y se anulan las ceremonias con motivo del Año Nuevo en la capital china.
El 25 de enero el gobierno chino ordena medidas nacionales de detección del coronavirus en trenes, autocares y aviones. Además de Wuhan, casi toda la provincia de Hubei y sus 56 millones de habitantes queda aislada del mundo. Hong Kong decreta el nivel máximo de alerta sanitaria.
El 26, Pekín suspende los viajes organizados en China y el extranjero. Grandes ciudades como Pekín o Shanghái suspenden las líneas de autocar de larga distancia.
FATAL. El 27, China prorroga hasta el 2 de febrero las vacaciones de Año Nuevo, que cada año genera centenares de millones de viajes en el país. El virus deja un primer fallecido en Pekín. Mongolia cierra sus fronteras terrestres con China y varios países.
El 28 de enero se informa sobre los dos primeros casos de contagio entre humanos fuera del territorio chino, uno en Alemania y otro en Japón, en personas que no viajaron a China. Pekín pide a los chinos que aplacen sus viajes no indispensables al extranjero para limitar la contaminación.
El 29, Emiratos Árabes Unidos anuncia cuatro personas contaminadas, los primeros casos en Medio Oriente. El mismo día, cientos de ciudadanos estadounidenses y japoneses son evacuados de Wuhan en vuelos fletados.
British Airways y Lufthansa suspenden sus vuelos a China, al igual que las líneas aéreas de Indonesia, Birmania, Nepal y Rusia. La firma japonesa Toyota extiende su cierre de Año Nuevo de las fábricas de China hasta el 9 de febrero.
El 30, París anuncia un sexto caso en Francia, el primer caso de contaminación en suelo francés. Rusia anuncia el cierre de sus 4.250 kilómetros de frontera con China.
ALERTA MUNDIAL. La OMS califica la epidemia de “emergencia de salud pública de alcance internacional“, pero considera que no es necesario limitar los viajes y el comercio con China. El 31, China anuncia el peor balance diario desde el inicio de la epidemia: 43 muertos en 24 horas. Francia, Alemania y Reino Unido inician repatriaciones. Rusia registra sus dos primeros casos. EEUU declara emergencia sanitaria el 1 de febrero y desaconseja a sus ciudadanos viajar a China y prohíbe la entrada de extranjeros que pasaron por ese país.