Puede desconcertar que Jesús comente estas enseñanzas justo en un banquete. Sin embargo, aprovecha esta ocasión para transmitir lo que él mismo hará más adelante: Entregarse en la cruz con la máxima humildad y sin esperar retribuciones.
Desea que sus oyentes entren en esa nueva lógica, contraria a la que nos lleva a pensar solo en nosotros mismos, y que es la que nos lleva a la verdadera felicidad. Como decía san Josemaría: «Cuanto más generoso seas, por Dios, serás más feliz» [1]. …
Jesús, en este pasaje del Evangelio, nos anima a liberarnos incluso del posible agradecimiento legítimo; no se trata tanto de rechazarlo, sino de que no sea el verdadero motivo por el que actuamos. El Señor nos invita a descubrir su misma forma de querer y de entregarse a los demás, sin cálculos de prestaciones y contraprestaciones. Quien ama de esta manera disfruta mucho más del amor, pues lo recibe también libremente, sin imposiciones ni coacciones.
San Josemaría, al considerar la gratuidad del amor de Dios hacia los hombres, pudo ponderar el inmenso valor de todo lo que hacemos, ya que ni lo pequeño ni lo grande puede equipararse con lo que hemos recibido.
«Alguno puede tal vez imaginar que en la vida ordinaria hay poco que ofrecer a Dios: Pequeñeces, naderías. Un niño pequeño, queriendo agradar a su padre, le ofrece lo que tiene: Un soldadito de plomo descabezado, un carrete sin hilo, unas piedrecitas, dos botones: Todo lo que tiene de valor en sus bolsillos, sus tesoros. Y el padre no considera la puerilidad del regalo: Lo agradece y estrecha al hijo contra su corazón, con inmensa ternura. Obremos así con Dios, que esas niñerías –esas pequeñeces– se hacen cosas grandes, porque es grande el amor» [4].
Dice san Josemaría que «el Señor no tenía un corazón seco, tenía un corazón de hondura infinita que sabía agradecer, que sabía amar» [6]. Jesús aprecia los pequeños y grandes detalles de amor que queremos ofrecerle. Podemos pedir a santa María que nuestro corazón sea cada vez más parecido al suyo, abierto de par en par a la gratuidad y a los planes de Dios.
(Frases extractadas de https://opusdei.org/es-py/article/meditaciones-lunes-31a-semana-tiempo-ordinario/).