El enviado de Teherán para los asuntos iraquíes, el poderoso general Qasem Soleimani, murió ayer en un bombardeo estadounidense en Bagdad, tres días después de un ataque a la Embajada de EEUU.
El ataque estadounidense sin precedentes, que también mató al líder iraquí Abu Mehdi Al Muhandis y que era el número dos de la coalición paramilitar pro-Irán Hashd Al Shaabi, abre ahora un periodo de incertidumbre para EEUU y sus aliados en la región del Golfo Pérsico.
El Pentágono no dio detalles de la operación, pero varios medios estadounidenses revelaron que se usaron drones que golpearon dos autos en una carretera que conduce al aeropuerto internacional de Bagdad.
Soleimani, que comandaba las fuerzas especiales Quds de Irán y era considerado como una de las figuras más poderosas del país, viajaba en uno de ellos.
Un responsable militar estadounidense aseguró que el impacto que pulverizó ayer en Bagdad dos vehículos donde estaban Soleimani y Mehdi se realizó con “un tiro de precisión de dron”.
Este método de asesinato de miembros de un ejército extranjero refleja más el modus operandi del Ejército israelí que de las fuerzas estadounidenses, que típicamente organizan con precisión a sus fuerzas especiales cuando buscan eliminar figuras de alto mando.
MOTIVACIÓN. El Pentágono aseguró que el general iraní estuvo “desarrollando activamente planes para atacar diplomáticos estadounidenses y miembros del servicio en Irak y en toda la región”.
El secretario de Estado, Mike Pompeo, afirmó que Soleimani tramaba “una acción importante” que amenazaba la vida de cientos de estadounidenses y que era “inminente”. El jueves último, EEUU advirtió que su país no dudaría en tomar “medidas preventivas” si tenía información sobre nuevos ataques.
Añadió que el asesinato de un contratista estadounidense la semana pasada en un ataque con cohete contra una base en Kirkuk (Irak), atribuido por Washington a un grupo proiraní, implicaba que “el juego cambió”. A través de esta ofensiva, EEUU también ataca la influencia iraní en Medio Oriente.
Encargado de operaciones externas de la República Islámica de Irán, el general Soleimani fortaleció el peso diplomático de Teherán en la región, en especial en Irak y Siria, dos países donde EEUU está comprometido militarmente. Según los expertos, Mehdi era el “enemigo número uno” de EEUU en Irak, donde trabajó por décadas una red de tenientes iraníes.
Despliegue de 3.500 militares en Medio Oriente
EEUU desplegará hasta 3.500 soldados adicionales en Medio Oriente para reforzar la seguridad de los intereses estadounidenses en la región, tras la muerte en Bagdad del general iraní Qasem Soleimani en un bombardeo estadounidense realizado ayer, anunció el Pentágono.
Los soldados pertenecen a una fuerza de reacción rápida de la 82ª División Aerotransportada, que estaba en estado de alerta desde el ataque del martes contra la Embajada de EEUU en Bagdad, precisó un portavoz estadounidense.
“Esta brigada será desplegada en Kuwait, una medida apropiada y preventiva en respuesta al creciente nivel de amenaza contra fuerzas e instalaciones estadounidenses“, precisó. Días atrás, EEUU advirtió que enviaría más refuerzos si era necesario. AFP