20 dic. 2025

El Ártico se derrite, pero ¿a quién le importa?

Científicos del Gobierno estadounidense informaron esta semana que la capa de hielo flotante (banquisa) del Océano Ártico se ha reducido a su segundo nivel más bajo desde que comenzaron estudios satelitales al respecto, en 1979.

Ártico Nasa.jpg

En el Océano Ártico, el hielo marino alcanzó su extensión mínima de 1.44 millones de millas cuadradas.

Foto: NASA

Hasta este mes, solamente una vez en los últimos 42 años, el casquete helado de la Tierra cubrió menos de 4 millones de km2.

La tendencia es clara: la extensión de la banquisa ha disminuido el 14% por década durante ese periodo. El Ártico podría vivir un primer verano sin hielo a partir de 2035, según lo publicado el mes pasado por investigadores en Nature Climate Change.

Pero toda esa masa de hielo y nieve derretida no aumenta en forma directa el nivel de los mares, igual que unos cubitos de hielo derretidos no hacen que un vaso de agua se desborde, lo que plantea una pregunta incómoda: ¿A quién le importa?

Pero, sí se trata de una seria alerta.

“La disminución de la banquisa del Ártico en verano es una de las señales más claras e inequívocas del cambio climático”, señaló Julien Nicolas, experto en el Ártico del programa de observación de la Tierra, de la Unión Europea (UE).

Síntoma y factor desencadenante

Quizás lo más básico a destacar, de acuerdo con los científicos, es que una capa de hielo que se encoge no es solo un síntoma del calentamiento global, sino también un factor desencadenante.

“La disminución del hielo marino afecta al océano oscuro (profundo), lo que crea un poderoso mecanismo de retroalimentación”, señaló a la AFP Marco Tedesco, geofísico del Instituto de la Tierra de la Universidad de Columbia.

La nieve recién caída refleja el 80% de la fuerza radiativa del Sol de regreso al espacio.

Pero cuando esa superficie similar a un espejo es reemplazada por otra de agua azul profunda, se absorbe aproximadamente el mismo porcentaje de energía de calentamiento de la Tierra.

Y aquí no estamos hablando de una superficie equivalente a sellos postales: la diferencia entre el mínimo promedio de la capa de hielo desde 1979 hasta 1990 y el punto bajo señalado hoy, más de 3 millones de km2, es el doble de Francia, Alemania y España juntos.

Los océanos han absorbido ya el 90% del exceso de calor generado por los gases de efecto invernadero, pero a un coste terrible, lo que incluye una química alterada, olas de calor marino masivas y arrecifes de coral moribundos.

Y, en determinado punto, advierten los científicos, lo que absorbe como esponja ese calor líquido puede saturarse.

Alteración de corrientes marinas

En el complejo sistema climático de la Tierra se incluyen corrientes oceánicas vinculadas entre ellas, impulsadas por el viento, las mareas y algo denominado circulación termohalina, que está impulsada simultáneamente por cambios de temperatura (termo) y concentración de sal (“haline”).

“Un cambio en la banquisa podría interrumpir esta especie de ‘gran cinta transportadora’, como se la conoce, de tal forma que tendría importantes consecuencias en el clima de Europa”, señaló Nicolas a la AFP.

Por ejemplo, hace casi 13.000 años, cuando la Tierra transitaba de una era de hielo al periodo interglacial, que permitió que nuestra especie se desarrollara, las temperaturas globales cayeron abruptamente varios grados centígrados. Volvieron a aumentar unos 1.000 años más tarde.

La evidencia geológica sugiere que hubo una desaceleración de esa circulación termohalina provocada en parte por un flujo masivo y rápido de agua fría y dulce de la región ártica.

“El agua dulce del derretimiento de la banquisa y del hielo en tierra en Groenlandia perturba y debilita a la corriente del Golfo”, una parte de la cinta transportadora que fluye en el Atlántico, señaló Xavier Fettweis, investigador asociado de la universidad de Lieja, Bélgica.

“Es esto lo que permite que Europa occidental tenga un clima templado, si se compara con la misma latitud de América del Norte”.

La enorme capa de hielo sobre la masa terrestre de Groenlandia perdió más medio billón de toneladas el año pasado, que fluyeron hacia el mar.

A diferencia de la banquisa, que no aumenta el nivel del mar cuando se derrite, el agua proveniente de Groenlandia sí lo hace.

Esa cifra récord se debió en parte a las temperaturas del aire más cálidas, que han aumentado dos veces más rápido en el Ártico que en el resto del planeta.

Pero también fue causado por un cambio en los patrones climáticos, sobre todo por un aumento de los días soleados en verano.

“Hay estudios que sugieren que este aumento de las condiciones anticiclónicas en el Ártico durante el verano se debe en parte a la extensión mínima de la banquisa”, explicó Fettweis a la AFP.

Una consecuencia: la situación actual, con el advenimiento de veranos sin hielo, dejaría sin alimento a los osos polares hasta la extinción hacia fines de siglo, según un estudio publicado en julio por Nature.

Más contenido de esta sección
La Corte Suprema autorizó este viernes la salida temporal de prisión del ex mandatario brasileño Jair Bolsonaro, condenado a 27 años, para someterse a una cirugía de hernia inguinal, tras haber recibido el informe médico de la Policía Federal.
El Departamento de Justicia de EEUU activó este viernes un portal para consultar cientos de miles de archivos de la investigación sobre el pederasta Jeffrey Epstein, coincidiendo con la fecha límite impuesta por la ley que obliga al Gobierno a divulgar toda la información no clasificada del caso.
La Policía brasileña llevó adelante la Operación Sin Reservas que permitió la detención de seis personas que habrían convertido dinero de estafas virtuales en criptomonedas en Paraguay para ocultar el origen ilícito de los fondos.
Donald Trump hizo campaña en 2024 con la promesa de publicar el archivo sobre el delincuente sexual Jeffrey Epstein. De vuelta en la Casa Blanca, exhortó a su base a pasar página, pero este viernes, acorralado por el Congreso, debe finalmente cumplir su compromiso.
La hambruna terminó en Gaza, aunque la mayoría de la población del enclave costero palestino enfrenta aún niveles altos de inseguridad alimentaria y la situación es “crítica”, indicó la ONU este viernes.
Presidentes y ministros de los países del Mercosur se reúnen a partir de este viernes en la ciudad brasileña de Foz de Yguazú, luego del aplazamiento de la firma de acuerdo comercial entre el bloque y la Unión Europea que estaba prevista para el sábado.