Por Rebeca González Garcete
rebecagonzalezg@gmail.com
Joe Wright se lanza nuevamente a la transposición de una gran obra literaria al cine. Ya lo hizo con su primera película (Orgullo y prejuicio) con la obra de Jane Austen (con muy buen resultado). Ahora tomó la novela Atonement, del escritor británico vivo: Ian McEwan.
Ambientada en los albores y durante la Segunda Guerra Mundial, es una historia clásica, sobre amor, deseo, tragedia y culpa (con su consecuente búsqueda de expiación). El filme rescata la belleza, melancolía y dureza de un tiempo perdido, y lo hace con una calidad remarcable.
Hay escenas de una intensidad erótica y dramática tan bien logradas, como la larga toma -ya de antología- que en más de 5 minutos muestra la desolación de la guerra.
Las interpretaciones resaltan por su intensidad, especialmente la jovencita Saoirse Ronan, James McAvoy, Keira Knightley y Vanesa Redgrave (todos están estupendos).
La realización es tan perfecta, que engatusa al ojo que aprecia la belleza visual. Además, Marianelli crea una banda sonora que conjuga con maestría literatura, música y cine. Nada más basta sentir las teclas que marcan el suspenso simulando los martilleos en una máquina de escribir.
¿Cómo expiar las culpas de un pecado? El filme presenta una hermosa premisa con respecto a la tarea del arte como redención de los errores de una persona. Es ahí donde radica su fuerza, más allá de la bella y trágica historia de amor, de la magistral realización cinematográfica y de las magníficas interpretaciones.
EXPIACIÓN, DESEO Y PECADO
(Atonement), Gran Bretaña, Francia, EEUU, 2007.
Calificación: * * * * 1/2 (Muy Buena a Excelente).
Dirección: Joe Wright.
Duración: 122 minutos.