Demarco Celano es un joven de 20 años que tiene autismo severo. Su condición se caracteriza por déficits profundos, considerados serios con respecto a las habilidades de comunicación social, tanto orales o no, comúnmente, con poca o ninguna oralidad, además de la dificultad para comprender emociones y expresiones faciales.
“Demarco no habla. No se maneja solo. Todo lo hace con ayuda”, cuenta su padre Iván David Celano.
Los padres de Demarco son profesores superior de canto, tanto como Jazmín Di Celano e Iván David ofrecen sus servicios a cambio de una ayuda monetaria para poder solventar los gastos que conlleva la condición de su hijo.
La pareja ofrece clases de violín, viola, flauta dulce, órgano, piano, canto, vocalización, guitarra y lenguaje musical.
El joven necesita ayuda profesional constante. Para poder cubrir los gastos de medicamentos, diversos estudios, consulta con fonoaudiólogo, siquiatra y terapia ocupacional sus padres apelan a la solidaridad y piden el aporte de padrinos.
“Demarco necesita padrinos que aporten G. 180.000 por mes. A cambio recibirán cuatro clases de canto, una clase semanal individual por videollamada”, explica.
Para el cuidado de Demarco se necesita de “paciencia infinita, inigualable e inalcanzable”.
Terapia ocupacional
La misma es el uso terapéutico de las actividades de cuidado, trabajo y juego para incrementar la independencia funcional, aumentar el desarrollo y prevenir la incapacidad; puede incluir la adaptación de tareas o del entorno para alcanzar la máxima independencia y para aumentar la calidad de vida.
Se valora el grado de independencia, se potencian habilidades para las situaciones cotidianas y para mejorar la función general, dando importancia a las capacidades residuales.
El terapeuta ocupacional utiliza actividades terapéuticas, de cuidado personal, de cuidado del hogar y recreativas para facilitar o aumentar al máximo el nivel de función del paciente.
Se evalúan tanto los aspectos sicosociales como los aspectos físicos del estado del paciente en función del contexto total del tratamiento.
Actualmente Demarco asiste al Centro Educativo Inclúyeme. Es un centro terapéutico-pedagógico en el que niños y adolescentes con diagnóstico de autismo pudieran recibir atención y educación.
“Acude a un lugar para que le ayuden a mejorar su comportamiento”, explica el padre.
Para dar una mano de solidaridad a Demarco y a su familia contactar al (0991) 338-048, o a través de las redes de Iván Celano.
“Toda ayuda será bendecida y agradecida”, culmina.