13 jun. 2025

Ejecutivo tiene embajadores listos para servir, pero se opta por político

La intención del Ejecutivo de designar al diputado Ángel Paniagua (ANR) como embajador en Qatar es vista como un premio al dirigente que no hará rekutu, en detrimento de la diplomacia.

Los cargos previstos para el Servicio Diplomático y Consular en el exterior serán ocupados por funcionarios pertenecientes al escalafón, pero, además, el Poder Ejecutivo podrá designar excepcionalmente para desempeñarlos a personas ajenas al mismo cuando no existieren funcionarios suficientes para cubrir los cargos presupuestados de la categoría respectiva; o cuando por circunstancias especiales sea conveniente utilizar los servicios de dichas personas. Esto dice el artículo 10 de la Ley Nº 1335 Del Servicio Diplomático y Consular, vigente desde 1999 y en contraste con ella, el Poder Ejecutivo, según se supo en Diputados, pretende designar como embajador ante Qatar al miembro de este Cámara, el colorado Ángel Paniagua. La situación no responde al primer punto del mencionado artículo puesto que en estos momentos al menos tres embajadores, que lograron su ascenso a esta categoría tras larga carrera en el servicio exterior, están disponibles para salir al servicio exterior. Se trata de Enrique Miguel Franco Maciel, Helena Felip y Fernando Ramón Acosta Díaz y otros, como Salvador Meden, quien se desempeña como cónsul en Barcelona, también lograron su ascenso al rango de embajador, recientemente.

A ellos hay que sumar otros diplomáticos que ya cumplieron con los requisitos académicos de la defensa oral y pública de su tesis y de culminación del curso para el ascenso al grado de embajador en el escalafón diplomático: Roberto Ramón Recalde, Juan Miguel González Bibolini, Francisco Barreiro Perrota y Enrique López Bello, entre otros. Es decir, el presidente Mario Abdo Benítez cuenta con recursos humanos calificados de los cuales escoger y designar al nuevo jefe de misión en Qatar. Es más, para el cargo también puede elegir entre los diplomáticos que tienen el rango de ministro, que es la categoría previa a la embajador. La ley lo permite.

Las designaciones de quienes no integren el escalafón diplomático y consular no podrán exceder del 25 por ciento del total de los cargos presupuestados para funcionarios en el exterior, excluidos los de embajador, dice el mencionado artículo 10.

Las designaciones fuera del rango diplomático (designaciones políticas), aunque están previstas, se espera que sean de personas con un perfil construido en base a una vasta trayectoria, al manejo de las relaciones internacionales, al conocimiento de idiomas, capacidad de negociación, etc.

En la embajada de Qatar estuvo como embajador Ángel Barchini, ex diputado colorado, ex juez, ex candidato a intendente de Asunción, político militante del Partido Colorado.

La designación de Paniagua (oficialista), quien ya había logrado la designación de su hermano, Edward como funcionario en el consulado paraguayo en Clorinda, romperá con el énfasis adoptado en los últimos nombramientos de embajadores preferenciando a los diplomáticos. En el año legislativo que concluye se designaron solo 3 embajadores no profesionales (políticos) y 12 de carrera.


Opiniones
“Suena mucho a premio consuelo“
“Esto suena mucho a premio consuelo, para alguien que ya no será candidato a diputado por Central. Es lo preocupante, porque así le van a ver cuando llegue a Qatar. Eso puede ser negativo para el país. Es diferente si se designa a un diplomático de carrera o a un político bien preparado. Ese no es perfil del diputado Paniagua. Eso ya es malo de inicio para la futura gestión de ese embajador. Ya entra con un perfil disminuido con relación a otros embajadores latinoamericanos que también van a estar gestionando inversiones, cooperaciones en la relación con Qatar”.

“La diplomacia se funda en idoneidad”

“El Ejecutivo tiene la facultad de designar en el servicio exterior a personas ajenas al escalafón diplomático. Sin embargo, estas deberían estar vinculadas por sus actividades públicas o privadas al ámbito de las relaciones internacionales. Más aún considerando los complicados escenarios como los que hoy se viven en el mundo. Esta condición no suele ser respetada por los gobiernos al premiar a personas con estos nombramientos por otras razones no vinculadas a esta delicada y especializada tarea pública. La diplomacia debe fundarse en la idoneidad”.