Karina Godoy
@KariGoody
El jefe de Gabinete de la Presidencia, Hernán Huttemann, afirmó que solicitará informe al Ministerio del Ambiente y Desarrollo Sostenible (Mades) sobre la calidad de agua del río Pilcomayo. Una vez que reciba el informe, sostuvo que recién allí definirá la línea de acción a tomar. Profesionales de la academia, doctores independientes y autoridades sanitarias recomiendan la conformación de una mesa interinstitucional para un monitoreo constante del cauce por donde fluyen metales pesados.
Huttemann se excusó con que aún no requirió el informe en estos días, por sobrecarga de trabajo en el Poder Ejecutivo.
oculto. En la investigación hecha por Última Hora, Acceso Investigativo de Bolivia y El Tribuno de Argentina se hallaron resultados de laboratorios de los países vecinos que muestran altos valores de: Plomo, níquel, manganeso, cromo y arsénico que sobrepasan los valores permitidos por la Organización Mundial de la Salud (OMS). Pero pobladores de la ribera en las tres naciones confiesan que nunca fueron informados, a pesar de que dependen del río.
Los contaminantes en el río internacional ya estaban en la Triple Frontera mucho antes del colapso del dique minero en Potosí, Bolivia, en julio pasado.
En mayo del 2022, para esta investigación periodística los técnicos de la Universidad Autónoma Juan Misael Saracho (Uajms) de Bolivia llegaron hasta la Triple Frontera (Esmeralda) para levantar muestras de agua. El plomo y manganeso volvieron a aparecer con valores fuera de lo aceptado para la salud.
El 18 de agosto de 2022 el Mades levantó toma de muestras de agua en Pozo Hondo. Con alto valor se hallaron hierro y manganeso. El documento no fue remitido al Municipio y de nuevo los pobladores afectados no fueron informados. Como autoridad marítima de Pozo Hondo, la Armada Paraguaya solicitó el informe pero fue entregado recién el pasado jueves 27 de octubre, tras la publicación en ÚH.
Lea más sobre la investigación transnacional en: accesoinvestigativo.com/venenopilcomayo/index.html.
En agua y sedimento
Autoridades del Mades y de la Comisión Nacional de Pilcomayo, para minimizar la negligencia alegaron que los metales pesados quedan en el sedimento y no en el agua. Pero profesionales de la UNA explicaron que por el movimiento del río los contaminantes vuelven a mezclarse con el agua; fuente de la que beben varias familias.