“Hay decenas de rehenes que aún siguen en Gaza, esperando un acuerdo que los traiga de vuelta a casa. Es hora de ultimar ese acuerdo”, declaró a periodistas el portavoz del Departamento de Estado, Matthew Miller.
“El pueblo de Israel no puede permitirse esperar más. El pueblo palestino, que también está sufriendo los terribles efectos de esta guerra, no puede permitirse esperar más. El mundo no puede permitirse esperar más”, declaró Miller.
El portavoz afirmó que Estados Unidos trabajará “en los próximos días” con los mediadores Egipto y Catar “para impulsar un acuerdo definitivo”.
Un punto de fricción clave ha sido la insistencia del primer ministro israelí, Benjamin Netanyahu, en que sus tropas permanezcan en la frontera entre Gaza y Egipto.
“Nos oponemos a la presencia a largo plazo de tropas de las Fuerzas de Defensa de Israel en Gaza”, dijo Miller.
“Cerrar un acuerdo requerirá que ambas partes muestren flexibilidad. Requerirá que ambas partes busquen razones para llegar al sí en lugar de razones para decir no”, añadió en rueda de prensa.
NETANYAHU, INFLEXIBLE. Pero Netanyahu avisó este martes que no cederá a las presiones para concluir un acuerdo que permita liberar a los rehenes cautivos desde octubre en Gaza, y reiteró que pretende mantener la presión militar sobre Hamás.
Los rehenes fueron secuestrados y llevados a la Franja de Gaza en un ataque sin precedentes de Hamás, el 7 de octubre, contra Israel. La represalia israelí dejó decenas de miles de muertos en el asediado territorio palestino, que este martes fue blanco de nuevos ataques.
El hallazgo de los cuerpos de seis rehenes en un túnel de Gaza, anunciado el domingo, sacó el lunes a miles de personas a las calles y desencadenó una huelga general en Israel, en un intento por incrementar la presión para que el ejecutivo alcance un acuerdo con Hamás.
Miles de personas se manifestaron en Tel Aviv y Jerusalén, y una huelga general fue seguida en varias ciudades del país.
Tras pedir públicamente “perdón por no haber devuelto con vida” a los seis rehenes encontrados muertos, Netanyahu acusó el lunes por la noche a Hamás de haberlos “ejecutado” con una “bala en la nuca” y prometió que el movimiento islamista pagará “un precio muy alto”.
DISPUTA POR control de CORREDOR. ”No cederé a la presión (...) Nadie está más comprometido que yo con la liberación de los rehenes. Nadie puede darme lecciones sobre esto”, dijo en una conferencia de prensa en Jerusalén. “Ahora debemos ejercer la máxima presión sobre Hamás”, que “debe hacer concesiones”, agregó Netanyahu.
En este contexto, reafirmó la necesidad de que Israel mantenga el control del corredor Filadelfia, a lo largo de la frontera entre Gaza y Egipto, un escollo en las negociaciones.