De forma sorpresiva, una comitiva norteamericana encabezada por el congresista Michael Quigley y el embajador de Estados Unidos en nuestro país, Lee McCleeny, acudieron ayer en horas de la tarde junto al presidente de la República, Mario Abdo Benítez, en el Palacio de Gobierno.
Tras la audiencia, el congresista expresó que consideran al Paraguay como un socio aliado y que trabajan en cooperación con la Administración para el Control de Drogas de los EEUU (DEA) y de la misión militar en Paraguay.
La visita de la comitiva de Estados Unidos se da justo en momentos en que saltó al tapete la supuesta entrega irregular de un pasaporte al libanés Assad Barakat.
El mismo cumplió una pena carcelaria de más de seis años en el país, por delito de evasión impositiva. El hombre también es investigado en otros países por delito de lavado de dinero y posibles vínculos con organizaciones terroristas
Barakat supuestamente estaría relacionado con operaciones irregulares del grupo terrorista Hezbollah en la Triple Frontera (Argentina, Brasil y Paraguay).
Sin embargo, y pese a todos estos antecedentes, se le habría concedido un pasaporte paraguayo durante el Gobierno de Horacio Cartes.
No obstante, la autoridad norteamericana dijo no saber nada del tema en sí, aunque dejó en claro la ayuda de su Gobierno en erradicar este tipo de irregularidades y la lucha contra el terrorismo y el lavado de dinero, sobre todo en la Triple Frontera.
“Estamos trabajando con el Gobierno para cumplir con nuestro papel también, en luchar contra este flagelo del lavado de dinero”, sostuvo.
Aseguró que la cooperación mutua va en aumento. “Somos socios, estamos ayudando en muchos aspectos, estamos viendo para aumentar y mejorar esos lazos que tenemos. Con Paraguay somos amigos, trabajamos juntos para ver en qué podemos ayudar en un futuro”, manifestó.
Indicó que Estados Unidos está interesado en la carne paraguaya. “Estamos explorando”, manifestó.