El culto, la pastoral y, sobre todo, la oración serán dedicaciones del arzobispo de Asunción, monseñor Edmundo Valenzuela, quien había renunciado el 19 de noviembre de 2019, debido a que cumplió 75 años en ese entonces, como lo establece el artículo 410 del Derecho Canónico.
Si bien el papa Francisco aceptó la renuncia del religioso, lo confirmó en el cargo por dos años más. El plazo se cumplió el viernes pasado, cuando Valenzuela celebró con una eucaristía en la Catedral Metropolitana su onomástico 77.
Indicó que desde Roma le informaron que contará con sucesor antes de la celebración de la Nochebuena, el 24 de diciembre próximo.
“Como obispo quise ser siempre primero ese discípulo misionero y amado del Señor para dedicarle mis fuerzas y energías, para restablecer otra vez lo que la Iglesia necesita, el culto a Dios”, comentó antes de iniciarse la misa.
Agregó que lo más importante de ahora en más es que tendrá tiempo para dedicarse a la palabra y a la oración, pero desde lo pastoral y en contacto con los fieles católicos.
A través de las redes sociales, decenas de miles de fanáticos le dedicaron palabras de aliento ante lo anunciado.
DIFICULTADES. Valenzuela, antes que retirarse al silencio, aseguró que hoy todos los fieles de la Iglesia Católica deben generar una red de educadores de la vida, para confrontar a los problemas del mundo actual.
“Hay grandes dificultades con los que la Iglesia se enfrenta en estos tiempos, todo ese mundo de posmodernismo, donde el pensamiento es flojo, débil ya no hay verdad, ya no hay nada que valga la pena, todo es provisorio ocasional”, exclamó.
Es un pensamiento en el que tampoco existen Dios ni Jesucristo, remarcó, para luego recordar que estas amenazas penetran en el pensamiento de la gente “sin querer”.
El arzobispo metropolitano de la capital cumplió, en plena pandemia del Covid-19 el pasado 3 de abril 50 años de ejercicio sacerdotal. Actualmente, Valenzuela sigue celebrando eucaristías.
