“La migración pospandémica no va a ser como antes, desde el punto de vista de la movilidad”, dijo Nela Richardson a la AFP en una entrevista durante el Foro de Davos.
“La tecnología que nos ha permitido trabajar a distancia podría ayudar a la movilidad del mercado laboral internacional”, afirmó.
Según ella, “dentro de cinco o diez años, el teletrabajo no consistirá solo en trabajar desde casa, sino también, por ejemplo, en trabajar para una multinacional india desde Brasil”, sostuvo la economista estadounidense.
MANO DE OBRA. Estas tendencias se verán aceleradas por la disminución de la mano de obra en los países desarrollados año tras año, especialmente en los Estados Unidos y en Europa, donde la población envejece y en un futuro será necesaria la inmigración laboral.
La pandemia del Covid-19 ha provocado grandes oleadas de dimisiones, sobre todo en los Estados Unidos, donde millones de personas han dejado sus puestos de trabajo o se han jubilado de forma anticipada.
Sin embargo, la inmigración virtual, de personas que trabajan desde el extranjero a través de las tecnologías digitales, plantea una serie de problemas normativos y de legislación laboral, sostuvo el especialista Richardson, ya que las empresas tienen que adaptar su legislación laboral al lugar donde emplean a su mano de obra.