La contracción probablemente empeore, pues el declive de los valores del crudo se agudizó en diciembre después de que la Organización de Países Exportadores de Petróleo (OPEP) se abstuvo de recortar la producción a fin de apuntalar los precios, que desde junio bajaron casi 50%.
El petróleo es la columna vertebral de la economía rusa, que también se contrajo fuertemente en 2009 durante un desplome previo del valor del petróleo.
Pero los problemas de este año fueron exacerbados por las sanciones que le impuso Occidente a Rusia por la anexión de Crimea y el papel de Moscú en el levantamiento separatista en el este de Ucrania.
Las sanciones frenan la inversión extranjera y este año condujeron a fugas de capital desde la economía rusa por más de 100.000 millones de dólares.
“Con los actuales precios del petróleo esperamos que las cosas empeoren. No hay razones para sentir optimismo”, declaró Dmitry Polevoy, economista jefe para Rusia de ING Bank, en Moscú.
“Esto se relaciona, en primer lugar, con las sanciones, con (la baja de los precios de) el petróleo y con al pánico que vimos en diciembre en el mercado. El daño al sistema bancario y al sentimiento del consumidor tardará mucho en recuperarse”.
Las sanciones redujeron de forma severa la capacidad de las compañías rusas para endeudarse en el exterior, desatando la peor crisis cambiaria desde el default de la deuda rusa en 1998. REUTERS