“En fecha 26 de septiembre nuestro Departamento Técnico ha informado que se ha reiniciado el suministro de la energía de Yacyretá al Brasil, a través de la convertidora de Garabi. Esta situación se mantiene hasta el 29 de septiembre del corriente año, transportando paquetes de energía de 16.000 MWh por día y potencia de 1029 MW”, dice el informe publicado en la página oficial de la Entidad Binacional Yacyretá.
La administración ya había denunciado esta transacción comercial de forma unilateral de parte de Cammesa de la Argentina y se había solicitado informes a nivel de la Cancillería Nacional.
Luego de ese reclamo soberano del Paraguay, la Argentina dejó de exportar energía de Yacyretá desde marzo 2019 hasta fines de septiembre del corriente año (6 meses) y han vuelto a reincidir desde las fechas mencionadas, resalta el comunicado.
Desde la actual administración de EBY se estaba teniendo el año 2019 como el de menor exportación (49 GWh) por las gestiones realizadas y esta situación perjudica nuestras metas fijadas.
Si bien desde la administración actual de Yacyretá se ha reducido el intercambio de energía entre Brasil y Argentina, usando Yacyretá, es nuestra responsabilidad denunciar esta situación irregular para que la ciudadanía tome conocimiento en forma transparente de lo que ocurre y de las gestiones que realizaremos para defender los altos intereses nacionales.
En ese sentido, la EBY solicitará un informe técnico y financiero, a través de Cancillería, a los países de Brasil (CCEE) y Argentina (Cammesa) sobre la transacción comercial vía Garabi; que defina claramente cómo se cubre la energía de Yacyretá retirada por Cammesa y no utilizada en el mercado argentino y cuánto se paga en Brasil por esa energía.
Además, se exigirá en el ámbito del Comité Ejecutivo de Yacyretá un análisis exhaustivo del caso y una solución satisfactoria para las partes a corto plazo.
“Entendemos la necesidad de integración energética entre los países, así como Brasil en el pasado proveyó energía vía Garabi a la Argentina y actualmente, suceda en sentido inverso; pero esa integración debe ser beneficiosa para todos los países de la región y no solamente para dos partes interesadas”, sostiene.