“Se trata de un hecho gravísimo que terminó con la vida de dos niñas a quienes el Estado debía proteger, como parte de su obligación de garantizar los derechos humanos de todas las niñas, niños y adolescentes en el país”, lamentó Jarab.
Ante estas declaraciones, el Ministerio de Relaciones Exteriores (RREE) no tardó en responder y cuestionó a Jarab, explicando que el Estado paraguayo “no ha recibido solicitud alguna de información por parte de la citada Oficina”, señalando que “sería sumamente constructivo que dicha oficina se nutra igualmente de la información oficial para emitir pronunciamientos más equilibrados y objetivos”.
detalles. Sucede que el representante de la ONU afirmó que a su Oficina llegó “información inquietante” sobre intentos por manipular evidencias de lo ocurrido, y consideró “crucial que durante la investigación se tengan en cuenta las normas internacionales de derechos humanos, particularmente el Protocolo de Minnesota”, en referencia al manual de la ONU sobre la prevención e investigaciones de las ejecuciones extralegales, arbitrarias o sumarias.
La Cancillería paraguaya calificó de irresponsable a Jarab por “insinuar una posible alteración de los hechos”. “(La Cancillería) rechaza rotundamente las expresiones del comunicado que aluden a las normas del Protocolo de Minnesota y considera irresponsables las expresiones del representante Jan Jarab, que insinúa posible alteración de los hechos, sin siquiera requerir y tomar conocimiento del informe oficial proveído por el Estado”, reza el comunicado que emitió la cartera estatal en la tarde de ayer.
Por su parte, Jarab también recordó al Estado paraguayo que “la participación de personal militar en tareas de seguridad interna debe realizarse con pleno apego a las normas internacionales de derechos humanos, siempre bajo control de la autoridad civil y con los más altos estándares de transparencia y rendición de cuentas, como establece el Pacto Internacional de Derechos Civiles y Políticos”.
A su turno, el Ministerio de Relaciones Exteriores declara que las palabras del representante de las Naciones Unidas, “junto a otras actuaciones del mismo ya objetadas y observadas a la Oficina del Alto Comisionado, llevan al extremo de retirar la confianza al señor Jarab, en cuanto a su predisposición de entablar una comunicación fluida, directa, constructiva y permanente con las autoridades competentes del Estado paraguayo”.
“En el Paraguay rige el estado de derecho, en consecuencia, las investigaciones llevadas a cabo por los órganos jurisdiccionales son imparciales e independientes”, agrega el mensaje de la Cancillería.
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