Feliz de retornar a esta capital, Zezé arrancó con su éxito Sonho de amor y más tarde saludó a sus seguidores que gritaban desaforados desde varios sectores del SND Arena: frente al escenario, cómodamente sentados en el sector VIP en elegantes mesas que tomaban toda la pista, tipo 15 años o cena shows, desde la platea y graderías donde todos permanecían parados y con muchas ganas de revivir los grandes éxitos de la dupla.
Los que estaban en pista podían entender cada palabra con claridad. Pero a medida que el sonido trepaba una ola de eco rebotaba por todo el recinto, ideado para encuentros deportivos, no así para resguardar la calidad sonora de un evento como este. Y a pesar de que el escenario estaba inundado de pantallas gigantes y un dron sobrevolando por todos lados, ninguna cámara enfocaba de cerca las expresiones de los artistas para el distante público de las graderías.
Zezé Di Camargo & Luciano enfocaron su actuación en el agradecimiento a través de una serie de homenajes con canciones de otros artistas brasileños e hicieron un viaje rápido hacia la ranchera, chamamé, la polca y la guarania. Cantaron a capela Lejanía, en portugués; La cautiva, en ese idioma, al ritmo de una guitarra, La carreta campesina con el acordeón y alzó a 3 músicos paraguayos al escenario para rendir tributo al público que deliró con la música paraguaya.
“Cuando vemos tocar con tanta velocidad nos quedamos maravillados. El arpa paraguaya es algo celestial, es mágico”, dijo Zezé, para luego seguir el show y llegar al clímax con É o amor y No dia em que eu sai de casa, que selló la noche musical con sabor latinoamericano ante sus fans en Paraguay.
Abucheado
Pasaron una hora y 10 minutos de lo estipulado para el inicio del concierto y el público estaba impaciente. Se escuchaba por sectores el grito de “que comience, que comience”. De pronto, todos apuntaron a alguien que ingresaba al VIP vestido con una camisa rosa. Era el intendente de Asunción, Óscar Nenecho Rodríguez, quien recibió una serie de improperios y abucheos. Para cortar ese mal momento, en minutos se apagaron las luces y aparecieron los artistas en escena.