AFP
WASHINGTON, EEUU
Primer negro con posibilidades de llegar a la Casa Blanca, Barack Obama, 47 años, candidato demócrata a la presidencia de Estados Unidos, es comparado por algunos con John Kennedy por su carisma y el espíritu de cambio que dice encarnar.
Obama, preferido por los sondeos, buscó convencer al país profundo, preocupado por la crisis económica y el papel a jugar por Estados Unidos en el mundo, de que es la persona correcta para el momento.
El candidato demócrata ha caminado mucho para llegar a este punto. Cuando nació el 4 de agosto de 1961 en Hawai, de un padre negro de Kenia y una madre blanca de Kansas, los casamientos interraciales estaban prohibidos en numerosos estados del Sur de la Unión (fueron legalizados por la Corte Suprema en 1967).
"¿Quién iba a creer que un negro de poco más de 40 años, llamado Barack Obama, resultaría el candidato del Partido Demócrata?”, se preguntó él mismo este verano luego de ganar las primarias ante la por mucho tiempo favorita Hillary Clinton tras unas elecciones primarias intensamente disputadas.
POLÉMICO NOMBRE. El segundo nombre de Obama es Hussein y la derecha republicana no pierde ocasión en recordárselo. Algunos también hacen juegos de palabra entre Obama y Osama (Bin Laden), nombre del líder de la red terrorista Al-Qaeda.
Barack saltó de la sombras una tarde de julio de 2004. Entonces era un casi desconocido legislador estatal de Chicago (Illinois, norte) cuando dio un discurso en la convención demócrata.
Millones de estadounidenses se vieron reflejados en este hombre delgado, que pidió el voto por el entonces candidato John Kerry y, sobre todo, para promover la reconciliación de los estadounidenses dejando de lado las diferencias partidarias, raciales, de edad y de sexo.
Si resulta elegido, Obama pretende ser el presidente de esta reconciliación. Reivindica el legado de dos héroes, el de Martin Luther King, emblema de la lucha por los derechos civiles, y de John Kennedy, paradigma de la juventud y la seducción.
Pero los republicanos cuestionan esta ambición. Su adversario John McCain ha puesto en duda su capacidad para ser el comandante en jefe de un país en guerra y ha criticado su falta de criterio. También lo acusó de elitista, puso en duda su patriotismo, lo tildó de ingenuo y se burló de su inexperiencia.
EN HAWAI. Obama fue criado por su madre en Indonesia y luego en Hawai por sus abuelos por parte de madre.
Tras su paso por la Universidad de Columbia rechazó un puesto en el mundo de las finanzas y prefirió un cargo como trabajador social en los barrios marginales de Chicago. Luego estudió en Harvard, uno de los sitios donde se prepara la élite de Estados Unidos. Resultó ser el primer negro nombrado redactor en jefe de la prestigiosa revista de derecho de Harvard en 1991.
De vuelta en Chicago como abogado trabajó en un estudio donde conoció a quien sería su mujer, Michelle, una abogada diplomada en Princeton y Harvard.
Salida de los barrios desheredados de Chicago, Michelle ocupa hoy un puesto de dirección en uno de los grandes grupos hospitalarios públicos de la ciudad. La pareja tiene dos niñas: Malia, 10 años, y Sasha, 7 años.
Después de un fallido intento en 2000, Obama resultó elegido senador de Estados Unidos (representando a Illinois) en noviembre de 2004. En la actualidad es el único negro en el Senado.
Sus detractores lo acusan de izquierdista y hasta socialista por sus propuestas económicas, su rechazo a la guerra de Irak, su defensa del derecho de aborto y sus votos negativos a las nominaciones de conservadores para la Corte Suprema.
Pero Obama se considera un pragmático. Entre sus propuestas principales: prometió bajar los impuestos salvo para las rentas más altas, trabajar con los republicanos, y terminar con la guerra en Irak.
SU EX MAESTRA NO OLVIDA SU GRAN SUEÑO
Cuando la maestra Sri Murtiningsi, de Yakarta (Indonesia), preguntó a sus alumnos del tercer grado de la escuela qué querían ser cuando fuesen adultos, algunos dijeron que deseaban ser doctores, y uno expresó su esperanza de convertirse en piloto de aviación. Luego, un niño de cabello enrulado alzó su mano y dijo que quería ser presidente.
Cuarenta años después, ese niño, Barack Obama, es el candidato presidencial demócrata en EEUU y podría estar a punto de concretar su sueño. Obama vivió un tiempo en Indonesia con su madre, y fue alumno de Murtiningsi, a quien le explicó su anhelo.
Ahora, su maestra de primaria, y el resto del mundo, esperan con impaciencia el resultado de las elecciones presidenciales de hoy en EEUU. Una elección que, según los expertos, podría cambiar la imagen del gobierno de Washington, luego de 8 años en que George W. Bush administró con mano pesada los destinos de su país, y los de Afganistán e Irak.
Muchos creen, y desean, que Obama reemplace a Bush y repare el daño causado por la impopular invasión a Irak. Según recientes encuestas, en más de 70 naciones quieren que gane Obama -y por el abrumador margen de 3 a 1- sobre el candidato republicano John McCain.
“Obama es la mejor esperanza de un renacer para EEUU”, señaló la revista The Australian Financial Review, de Sydney, Australia.
The Gulf News, un periódico en inglés que se publica en Emiratos Árabes Unidos, tuvo un criterio similar. Según su editorial, Obama “puede reparar el gran daño causado por el gobierno de Bush a la imagen de EEUU”, especialmente en Medio Oriente.AP
KENIANOS, CONTAGIADOS POR LAS ELECCIONES
Desde Nairobi hasta Kisumi, la populosa ciudad cercana a la residencia de los antepasados de Barack Obama, los kenianos siguen con interés las noticias sobre el hombre que muchos ven como “el hijo pródigo” de esta tierra y se preparan para celebrar su posible victoria en las elecciones presidenciales estadounidenses.
Algunos kenianos planeaban tomarse libre hoy, para seguir las elecciones por televisión. En todo el continente, muchos se han dejado llevar por la gloria indirecta de tener a un exitoso político de raíces africanas.
En Kogelo, donde nació el fallecido padre de Obama, los medios estaban preparando ya sus cámaras, mientras la Policía impide el acceso a los terrenos de la familia.
“Todos están muy felices y emocionados, esperando celebrar el día después de las elecciones”, dijo Malik Obama, medio hermano del candidato, en Kogelo, 485 kilómetros (300 millas) de Nairobi.
Los kenianos creen que una victoria de Obama no cambiará mucho las cosas para ellos, pero eso no les ha impedido plasmar el rostro del candidato demócrata en minibuses y playeras. Los kenianos planean seguir atentamente las elecciones en radio y televisión desde la noche del martes, conforme empiecen a llegar los resultados de los comicios.
Los dos principales diarios de Kenia presentaron a Obama en la primera plana. The Standard destacó que había un ambiente “de expectativa palpable”. Un editorial señala que la victoria de Obama indicaría que “cualquier persona puede llegar a la presidencia de Estados Unidos, el cargo con mayor poder en el mundo”. AP