Los legisladores que conforman la Cámara Baja decidieron ratificarse en la media sanción inicial al documento, con lo que las adquisiciones hechas en alimentos y bebidas podrán ser descontadas en un 100% cada fin de mes. Esto también se aplica a otros gastos como salud, vacaciones y seguro médico, entre otros.
El debate fue prácticamente exprés. El único que hizo uso de la palabra fue el proyectista Hugo Ramírez (ANR-Fuerza Republicana). El parlamentario pidió a sus colegas confirmar la decisión inicial, alegando que esto es un incentivo a la formalización.
“¿Qué incentivo para pedir facturas va a tener una persona que no puede descontar en su IVA este tipo de compras?”, se preguntó Ramírez.
En la actualidad, solo los gastos relacionados con la actividad gravada del contribuyente pueden ser deducidos. Este gravamen, que se aplica al consumo, sigue siendo el mayor recaudador del Fisco, aportando el 46% de todos los ingresos registrados por la Administración Tributaria en el primer semestre.
Tope. En principio, el Ministerio de Hacienda había insistido al Congreso para rechazar el planteamiento. Sin embargo, el panorama cambió tras la presión ciudadana y la cartera dijo estar dispuesta a aceptar la ampliación de las deducciones, aunque con un límite.
En ese sentido, la cartera había planteado topear lo referente alimentos y bebidas hasta un máximo del 40%, pero en la instancia revisora el Senado finalmente decidió dejarlo en un 30%.
Además, la Cámara Alta eliminó como pasibles de descuento, a la hora de la liquidación mensual, los gastos personales y familiares en vacaciones, belleza y aseo.
Las estimaciones oficiales dan cuenta que si se deduce el 100% de las compras del supermercado, así como las erogaciones en salud, vacaciones y seguro médico, se crearía un agujero de unos USD 100 millones al año. Con lo aprobado en el Senado, se pretende reducir ese saldo rojo a alrededor de USD 10 millones.
100
millones de dólares es lo que podría dejar de recaudar el Fisco con la ampliación de las deducciones en el IVA.