Los mismos integran la Sala Penal, juntamente con César Garay, ante la inhibición de los ministros Carolina Llanes y Luis María Benítez Riera para resolver la recusación al pleno del Tribunal de Apelación.
Contra Ramírez Candia dice que el mismo tiene una línea de actuación notoriamente selectiva para favorecer al Ministerio Público en forma indebida.
Señala que en forma indisimulada, este ministro en un caso votó por admitir la casación contra un fallo del Tribunal de Apelación que anuló pruebas, pese a que estas no pusieron fin al proceso como lo dijo en otros fallos.
Sobre Eugenio Jiménez dice que es muy amigo de Ramírez Candia, lo que se demostró justamente cuando fue electo como vicepresidente segundo de la Corte, y lo podría favorecer. Con ello pide separar a ambos ministros.
El caso está trabado, ya que la Corte debía resolver la recusación a los camaristas José Agustín Fernández, Delio Vera y Bibiana Benítez, que a su vez, estudiaban la recusación al Tribunal de Sentencia que juzgará la causa.