Según publica la agencia EFE, el sospechoso abandonó la cárcel de la localidad de Arrecife (isla de Lanzarote, Atlántico), justo el día que se cumple cuatro años desde que fue enviado a prisión preventiva como presunto autor de delitos de homicidio y malos tratos, entre otros, el 13 de enero del año 2019.
Romina Celeste Núñez murió el 1 de enero de 2019 en su casa de Costa Teguise. Su marido reconoció ante la juez que quemó su cuerpo, lo descuartizó y lo arrojó en diferentes puntos de la costa de Lanzarote, pero siempre negó haberla asesinado, ya que sostiene que la encontró muerta al regresar a casa de madrugada y que se asustó porque temía que lo culpasen a él.
La Fiscalía reclama 20 años de cárcel para el sospechoso.
El cadáver de la mujer nunca se recuperó, lo que impide a las acusaciones ser más precisas sobre cómo la mató su marido, según sus tesis. Pero sí se recuperaron restos de tejido que el mar devolvió a la costa, identificados gracias a estudios de ADN.