Por Pablo Alfredo Herken Krauer, Analista de la economía
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Asumieron los nuevos miembros del directorio del Banco Central del Paraguay (BCP) –con Germán Rojas como presidente– y la principal institución bancaria nos regaló desde el punto de vista de su política monetaria otra deflación en marzo, tercer mes consecutivo, con un -1%.
En pocas palabras, no se dio en marzo una suba en el promedio generalizado de los precios de los bienes y servicios que componen la canasta familiar. Todo lo contrario, ocurrió una baja, y si el escenario macroeconómico se mantiene estable y bien cuidado, se puede esperar para todo el 2007 una inflación final menor a los 12,5% que nos castigara el año pasado.
Y tal comportamiento se puede anticipar porque no es lógico un triple de deflación en los primeros tres meses del 2007: -1% en enero, -0,3% en febrero y, otra vez, -1% en marzo.
Ese -1% de “inflación negativa” –otra forma de hablar de deflación– se explica técnicamente, desde el punto de vista del corto plazo, por los menores precios de la carne vacuna, un tanto por la mayor oferta y otro tanto por la menor venta al exterior. El otro factor principal de la “inflación negativa” en marzo fueron las disminuciones en los precios de bienes y servicios relacionados con el petróleo y sus derivados (nafta, gasoíl, gas licuado, pasaje del transporte público.
Y las frutas y verduras, que con la carne habían disparado la inflación del 12,5% en el 2006, tuvieron precios normales, con una leve disminución en promedio, sin bruscos saltos en sus cotizaciones, ayudado por el buen clima, y por algo que el Banco Central no se cansa de repetir: la apertura comercial. Es decir, más obstáculos se ponen al ingreso de productos importados, como en el caso de frutas, verduras y tubérculos, y mayor es el precio que el consumidor debe pagar.
No hay que olvidar en el -1% de marzo la caída en la cotización del US$ que reduce aunque sea levemente algunos precios en los bienes duraderos de la canasta familiar (electrodomésticos). El precio de US$ bajó 2,7% en marzo o 140 puntos y acumula una caída del 15,4% en un año (marzo del 2006 a marzo del 2007).
Y con el desempeño en lo poco que va de abril –tocando los 5.000 guaraníes (220 puntos menos)– ya tenemos asegurada una tendencia hacia el descenso por lo menos hasta mediados de año, pese a la compra por parte del Banco Central de aproximadamente US$ 170 millones o más en lo que va del año con lo que acumula una reserva monetaria internacional ya arriba de los US$ 1.867 millones.
Curiosamente, este monto de las reservas monetarias internacionales ya representa el 85% del total de la deuda externa pública, que a enero del corriente se situaba en US$ 2.197,9 millones. Un poco más, y vamos a tener más reservas internacionales que deuda externa pública. ¡Todo un fenómeno!
Con deflación en marzo la “inflación negativa” acumulada en el año –segunda manera de analizar la inflación– se situó en un sorprendente -2,3% frente a la suba del 4% en igual periodo del 2006. Fuerte diferencia de tendencia. Es que en los primeros tres meses del año pasado, los precios subieron 1,4%, 1,1% y 1,5%. Desde un tercer punto de vista, tenemos la inflación interanual o en 12 meses (mes de un año contra el mismo mes del otro año), que ha venido desacelerando desde 9,8% en enero pasado, a 8,3% en febrero pasado y a un final de 5,6% en marzo.
Así que con las deflaciones de este año la inflación final del 12,5% del 2006 se ha transformado en otra de 5,6% a marzo del 2007. Otra fuerte diferencia de tendencia.
Pero el mayor obsequio para los nuevos directores del Banco Central son los resultados de la denominada “inflación subyacente” (sacando productos saltarines y un tanto alocados en sus precios como frutas y verduras), que también, recibe nombres como los de “inflación básica”, “inflación fundamental”, “inflación de fondo”, y que es la que le interesa al Banco Central en especial desde el punto de vista de su política monetaria, y sus principales instrumentos, para cuidar el objetivo principal, que es el poder adquisitivo del dinero, y, por tanto, el ingreso de la gente.
La inflación subyacente se ubicó en marzo en 4,3% (5,9% en febrero y 6,5% en enero), en el lapso de 12 meses. Resumiendo, podemos decir, que a marzo de 2007 la inflación directa y para el bolsillo del consumidor tuvo una variación interanual o de 12 meses del 5,6%, mientras que la “inflación subyacente” registró un alza en igual periodo del 4,3%. Y este 4,3% se ubica bastante bien dentro del rango de inflación referencial o indicativa que ha venido buscando el Banco Central para final de año: 5% como “meta central” con una diferencia hacia abajo y hacia arriba del 2,5%, como oscilación tolerable.
De todas formas, siempre es conveniente explicar, que para el conjunto del país hay “una” inflación promedio medida por el Índice de Precios del Consumo (IPC) para la canasta de bienes y servicios de una familia tipo de área metropolitana de Asunción (“El Gran Asunción”, la capital con sus alrededores.
Ese IPC, con una variación del 5,6% en el lapso de 12 meses, es un indicativo referencial que debe ser usado obligatoriamente como –valga la redundancia– el indicativo del comportamiento de la variación de los precios en el Paraguay, en los periodos que se consideren necesarios o útiles. Pero si el país y su economía tienen “una” inflación promedio, todas las familias tienen, se podría decir, “sus” inflaciones, a las que llamamos costo de vida, que dependen del tipo de familia en específico, del nivel de ingreso o del nivel de calidad de vida, de cómo “gasta” su dinero, qué rubros prioriza, si paga al contado o a crédito, dónde compra y cómo.
¡Hay tantos costos de vida como familias existen, y todas las familias son consumidoras! Sea 5,6% o sea 4,3% lo importante es que según los informes técnicos del Banco Central la inflación “está controlada” y que esta deflación en parte importante es el fruto del buen trabajo de la administración anterior de Mónica Pérez, y de sus técnicos que quedaron.
Sí me preocupa que detrás de la deflación del primer trimestre del -2,3% exista un componente de estancamiento económico porque la gente se queja y mucho del flaco movimiento en los negocios. Y ya se sabe que sin actividad económica los precios suelen bajar.
El aumento de la recaudación de impuesto en 6,6% en marzo es una señal clara de que no estamos en presencia de un boom económico. En términos de los primeros tres meses del 2007 la recaudación de impuesto subió 8,7%.
RUMBO A SEGUIR. Para el nuevo directorio del Banco Central queda el desafío de continuar, guste o no guste el trabajo de Mónica Pérez, con la herencia recibida de una estabilidad monetaria o de baja inflación, cuidando que lo que se logró hasta ahora no se descomponga por aquello tan típico en nuestro país: la falta de continuidad de las buenas políticas. Por caprichos o intereses creados. En el marco de una adelantada campaña política entre nicanoristas y castiglionistas que perjudica al país. Duele decirlo pero hay que decirlo. 6 de abril del 2007
“Con las deflaciones de este año la inflación final del 12,5% del 2006 se ha transformado en otra de 5,6% a marzo del 2007"