Lo cierto es que, en el último día del 2020, mientras en diversos sectores de la sociedad paraguaya y en ámbitos del mismo Estado se despedía el año 2020 rindiendo homenajes a los médicos y trabajadores de salud por su sacrificada labor contra la pandemia de Covid-19, la Dirección de Recursos Humanos de la previsional comunicaba a los jefes de áreas que un total de 62 profesionales especialistas quedarían “desprogramados” de los relojes biométricos de marcación de acceso a sus lugares de trabajo. Es decir, ya no podrían ingresar a sus puestos desde los primeros días de enero de 2021.
“Eso significa que están despedidos”, aseguraba un comunicado de la Asociación Médica del Instituto de Previsión Social (Amips), que agregaba en su cuenta de Twitter: “En discursos nos llaman Héroes, sin embargo ‘agradecen’ de esta forma a los compañeros profesionales médicos”.
La relación de los especialistas, quienes trabajaban en la modalidad de “contratados”, vencía efectivamente el 31 de diciembre, pero se esperaba la renovación automática, como ocurre habitualmente.
Sin embargo, las autoridades aprovecharon la situación para dejarlos fuera del plantel.
El doctor Jorge Amarilla, uno de los 62 profesionales afectados por la denominada “descontratación”, aseguró que la medida fue una represalia contra los médicos y residentes que se movilizaron el pasado 7 de diciembre, demandando mejores condiciones laborales y en protesta contra una resolución emitida por el Consejo Administrativo del IPS, que excluye la antigüedad laboral para los nombramientos. El propio gerente de Salud del IPS, Vicente Ruiz, reconoció este hecho en una entrevista con Radio Monumental, al sostener que los profesionales movilizados mostraron una actitud de no dialogar.
“Tienen que ser más inteligentes y sentarse a dialogar, porque la próxima desprecarización (concurso de nombramientos) está en la puerta, va a ser en marzo”, señaló.
Tras el gran impacto mediático que tuvieron las denuncias sobre los despidos, las autoridades del IPS anunciaron a través de un pronunciamiento que los casos serían nuevamente revisados por una mesa de trabajo, para decidir si los profesionales, o al menos parte de ellos, pueden volver a ser contratados.
“En la primera quincena de enero se irá regularizando la situación de los prestadores de servicios que estén profesionalmente en condiciones de seguir”, anunciaron.
El lamentable procedimiento de Año Nuevo, además de reeditar prácticas represivas que recuerdan a la época de la dictadura stronista, contradice totalmente a los elogios vertidos en favor de los “héroes de blanco” y a la necesidad de priorizar los servicios de salud en el contexto de la crisis provocada por la pandemia del coronavirus, que está aun lejos de superarse. Finalmente ayer el IPS decidió volver a recontratar a los despedidos