Robert Figueredo
A través de un operativo compuesto por un gran número de policías, cascos azules, carro hidrante y un helicóptero, se realizó ayer el desalojo de 70 familias de la comunidad Hugua Po’i, en el distrito de Raúl Arsenio Oviedo, en el Departamento de Caaguazú.
La Organización Nacional de Aborígenes Independientes (ONAI) divulgó fotografías y videos que se hicieron virales en las redes sociales, provocando la indignación de la ciudadanía al ver a los indígenas siendo echados bajo la lluvia y destruidos sus cultivos.
El desalojo ya estaba anunciado hace unos días, en el territorio de unas 1.000 hectáreas que los indígenas vienen reclamando hace 11 años al Instituto Paraguayo del Indígena (Indi).
Según denuncian, ya fueron despojados del lugar varias veces, y en el 2015, el Instituto Nacional de Desarrollo Rural y de la Tierra (Indert) entregó título de propiedad a un colono menonita.
La comunidad volvió a ocupar las tierras en el 2019, se constituyó en una comunidad de hecho, con líderes reconocidos por el Indi, con casas, chacras de producción y sitio sagrado.
Desde el Seminario Internacional de Defensores de Derechos Humanos en Paraguay, las diversas organizaciones se pronunciaron en contra del desalojo, y recordaron que es una violación a la Constitución, a leyes reglamentarias, y a varias disposiciones internacionales de derechos humanos de los Pueblos Indígenas.