Este nivel de crecimiento de créditos es el más bajo en lo que va del año y se encuentra casi a la mitad del 20,1% de variación máxima que se alcanzó en abril pasado (ver infografía). La variación mensual, si bien no retornó a los números negativos que se exhibieron de mayo a julio, también se desaceleró a 0,5% a partir de los índices de 2,7% y 1,8% observados en agosto y setiembre.
El economista jefe del BCP, Miguel Mora, calificó como saludables los niveles actuales de crecimiento del crédito y explicó que la desaceleración del ritmo de desembolsos responde a la contracción que sufrió este año la economía en su conjunto.
“(La cartera de créditos) está internalizando lo que ha sido el 2019, que también es saludable porque tampoco es crecer a una tasa que ponga en riesgo los niveles de solvencia y de liquidez del sistema financiero. En un contexto de menor dinámica, de desaceleración de algunos sectores, los bancos se toman su tiempo para ir asignando los créditos”, explicó.
“Lo que estamos viendo es normal, generalmente el sistema financiero es procíclico y eso es bueno también porque la mayor parte de las fuentes de fondeo de los bancos son los depósitos de la gente, conviene que las asignaciones de créditos sean a aquellos sectores que tengan una rentabilidad importante y capacidad de devolver esos préstamos”, agregó.
Respecto a las proyecciones para los próximos meses, consideró que se prevé una recuperación paulatina, pero reiteró que los niveles actuales del aumento de los créditos aseguran todavía el financiamiento del crecimiento económico que se espera para más adelante.
La morosidad, por su parte, siguió descendiendo y se fijó en 2,93% el mes pasado, tras haber tocado el techo de 3,18% en agosto. Los depósitos alcanzaron a los créditos en cuanto al ritmo de crecimiento, pues se expandieron en 11,3% en octubre de 2019 y sumaron G. 98,7 billones.
El producto interno bruto (PIB) cayó 2,5% en el primer semestre de este año, según cálculos del BCP, pero desde julio se empezaron a observar indicios de recuperación del dinamismo del mercado. La banca matriz espera que el 2019 cierre con un crecimiento económico de 0,2% y se cuente con un efecto rebote en el 2020, con una expansión del PIB de alrededor de 4%.