Desconocidos forzaron una puerta del local de Lomilandia ubicado sobre República Argentina casi Paso de Patria, en Asunción, durante la madrugada de ayer.
Los delincuentes ingresaron al local y revolvieron todas las piezas; sin embargo, no llevaron nada, según las primeras constataciones de los empleados del negocio.
Los agentes que intervinieron comentaron que realizando una matutina patrulla por la zona, observaron que la puerta del local estaba abierta.
Explicaron que las personas que ingresaron al comercio presuntamente buscaban dinero en efectivo, ya que había una computadora y un cajero electrónico que decidieron no llevar.
Uno de los empleados del negocio explicó a la Policía que se tendrá que realizar un inventario para determinar si realmente los delincuentes no se llevaron algo del lugar.
Asimismo, los agentes intervinientes manifestaron que en la zona donde está ubicada la lomitería es un lugar donde ocurren frecuentemente hechos delictivos, tales como robos y asaltos.
El local está ubicado en las cercanías de la Terminal de Ómnibus de Asunción.
La Policía aún no tiene ningún sospechoso por el caso, afirmaron fuentes de la referida institución.
RECURRENTE. Los asaltos y hurtos a lomiterías han aumentado en las últimas semanas, según los casos registrados por la Policía y los medios de prensa.
Según los uniformados, estos locales son propensos a ser objetos de algún delito, por la escasa protección con la que cuentan, generalmente, y el hecho que manejan mucho dinero en efectivo, especialmente los fines de semana, cuando más facturan.
En la madrugada del pasado viernes, dos sujetos desconocidos que posteriormente fueron detenidos por agentes policiales, ingresaron a una lomitería ubicada en Lambaré.
Un policía que pasaba por el lugar sorprendió a ambos cargando en una mochila algunos objetos de valor que son usados en la cocción de los lomitos y otras cosas.
Semanas atrás, dos hombres llegaron a la madrugada a la lomitería Carnívoros, del barrio Villa Aurelia de la capital. Con armas de fuego en mano, robaron dos millones de guaraníes.
Primero simularon ser clientes por un rato; sin embargo, uno de ellos no tardó en desenfundar un arma e intimar a la dueña del local que estaba de cajera, a que entregue la caja de madera que contenía la mencionada suma de dinero, había relatado la misma.