El secretario de Estado reiteró que el objetivo principal sigue siendo no frenar las inversiones previstas dentro del plan de reactivación de la economía nacional, pero los ingresos no crecieron como se esperaba.
En ese sentido, explicó que están analizando dos opciones: pedir al Congreso su autorización para superar el tope establecido en la Ley de Responsabilidad Fiscal (LRF) o directamente sobrepasar el límite del 1,5% e informar posteriormente este movimiento al Legislativo.
En caso de decidirse por la primera, presentarán un proyecto de ley para suspender el artículo 11 de la LRF, ya que están dadas las excepciones previstas en esa normativa.
Si se opta por el segundo camino, el Gobierno automáticamente pasaría el tope legal y luego presentaría un informe al Parlamento explicando las razones. El ministro de Hacienda recordó que este procedimiento ya fue aplicado en 2015, cuando se llegó a un 1,8% de déficit y solo se informó de la situación al Legislativo al cierre del ejercicio.
La idea de “puentear” al Congreso ya había sido analizada a finales de agosto, bajo el argumento de que el déficit fiscal no puede superar el 1,5% del PIB en la etapa de elaboración y aprobación del Presupuesto General de la Nación (PGN), pero no en la ejecución del plan de gastos.
El déficit fiscal es generado cuando los gastos que realiza del Estado son superiores a los ingresos que obtiene. La LRF establece que el Ejecutivo podrá pedir al Congreso suspender el tope fiscal en casos de crisis internacionales que impacten en nuestro mercado o cuando se produzca una caída económica interna.
Al cierre de agosto, el déficit se ubicaba ya en el 1% del PIB, mientras que el anualizado (últimos 12 meses) ya llegaba al 1,8%.