–¿Cuál es su percepción sobre las futuras negociaciones?
–Tenemos que comprender, en primer lugar, que las negociaciones se centrarán exclusivamente sobre la revisión del Anexo C, pues es una disposición mandatoria del Tratado, el cual establece que a los 50 años debe ser revisado en sus términos. Ese plazo se cumple el 13 de agosto de 2023. Sin embargo, nada impide que cuanto antes se sienten las Altas Partes Contratantes, Paraguay y Brasil, a revisar ese Anexo C. Principalmente, porque si se espera llegar al 2023 la tarifa de Itaipú caerá automáticamente por la aplicación de las condiciones establecidas en la forma de calcularla, ya que la deuda de la binacional estará cancelada. Ya lo adelantó el propio canciller nacional (Antonio Rivas), que se buscará adelantar las negociaciones y las últimas respuestas del embajador brasileño (Flavio Soares Damico), que Brasil estaría de acuerdo, nos parecen auspiciosas.
–¿Hay otras ventajas del adelanto, más allá de los tiempos electorales?
–Si se adelantan las conversaciones, antes de que se cancele la deuda y baje la tarifa, será posible ajustar una serie de definiciones, conceptos y condiciones que están establecidas en el Anexo C. Esto permitiría que tengamos determinaciones sobre la tarifa y las regalías, que son los principales conceptos del Anexo C. Paraguay podría revisarlos y sacar un beneficio más en estos puntos.
–¿Qué se puede esperar de los brasileños, considerando que usted ya negoció con ellos en el pasado?
–No veo ninguna dificultad en las negociaciones a la hora de sentarse. Nuestro país tiene que saber primeramente qué es lo que quiere, cuáles son nuestros objetivos. El equipo negociador va a formular las estrategias, serán conceptos básicamente técnicos, comerciales, pero la decisión será política, indudablemente. Los técnicos haremos todos los estudios necesarios que lleguen a conclusiones y muestren el escenario técnico de los mercados brasileño, paraguayo y de la región.
–¿Convendría más bajar la tarifa para la ANDE o lograr USD 1.000 millones al año, manteniendo la tarifa actual de Itaipú?
–Aparecen tres alternativas sobre qué hacer con la tarifa. Una es que baje, otra es que se mantenga como está y la última es mantener un nivel de tarifa intermedio. A la ANDE tal vez le convenga una tarifa baja de Itaipú, porque con eso equilibraría su situación financiera. Puede ser que los grandes consumidores nacionales digan que prefieren bajar la tarifa de Itaipú, porque con eso se reducirá la tarifa de la ANDE y todos aprovecharemos. El Gobierno podría ver bien una tarifa baja para usarla como tarifa de desarrollo. Por el otro lado, el Gobierno puede decir que quiere mantener la misma tarifa y negociar para introducir un nuevo costo en la tarifa de Itaipú (en vez de la deuda), como puede ser un fondo de desarrollo nacional, para que así USD 1.000 millones anuales vayan a Paraguay y Brasil. Pero otra línea es ver un nivel intermedio, pelear por USD 800 o USD 500 millones anuales. Esta es la primera gran decisión política a tomar.
–¿Cómo se decide esto?
–No hay que ver solo la conveniencia de la ANDE o de los consumidores. Necesitamos ver qué es lo que al país, como un todo, le conviene. Es uno de los temas principales a ser decidido en los grupos de trabajo, para mostrar las ventajas y desventajas de las alternativas.
–¿El acuerdo ya tiene que estar en el 2021?
–En setiembre de cada año, Itaipú ya define su presupuesto para el siguiente ejercicio. En setiembre de 2021 tiene que determinarse la tarifa para el 2022 y como en ese año el servicio de la deuda (pago anual) baja de USD 2.000 millones a menos de USD 1.500 millones, quiere decir que la tarifa ya caería en el 2022 y quedaría solo un saldo de la deuda. Por eso, en setiembre de 2021 ya tenemos que tener definido el futuro del Anexo C, acordadas las pautas y cambios. Así la tarifa del 2022 ya estará acorde a lo negociado.
–¿Cómo les probará lo contrario a las personas que lo acusan de haber defendido un acta pro Brasil?
–Lo demostraré con un buen trabajo y con mucha transparencia. Tenemos bien determinado qué es lo que se haría en cada grupo de trabajo, cómo se irá transparentando. Tendremos una amplia participación, no solo de las instituciones oficiales, sino que estaremos abiertos a propuestas de todas las organizaciones civiles del país, sean sociales, gremiales, políticas y expertos. Todas las propuestas serán escuchadas y tenidas en cuenta por los grupos de trabajo. No se va a dejar de lado ninguna propuesta, las analizaremos técnica y económicamente. Así, la decisión final la tomará el Gobierno, a través del negociador directo que es el canciller, como establece la Constitución Nacional. Nosotros seremos asesores en el equipo negociador.
Perfil
Héctor Richer (67) nació en Ypacaraí el 12 de setiembre de 1952. Egresó de la Facultad de Ingeniería de la Universidad Federal de Río de Janeiro como ingeniero electricista. Es egresado de la Academia Diplomática y Consular de la Cancillería. Realizó cursos de posgrado en Chile y Brasil sobre energía. Fue funcionario de la ANDE desde 1975 hasta 1999 y ejerció como su presidente de 1997 a 1999. Integró el Consejo de Administración de Itaipú en el período 1993-1999 y fue gerente general de Petropar en 2004.
El trabajo transparente y profesional será la mejor demostración de que buscaremos lo mejor para nuestro país. No se tomará ninguna decisión en forma personal.
Está prevista en la agenda la revisión del Anexo C, pero nada impide que Paraguay plantee otras cosas, como la propia renegociación de las normas básicas del Tratado y otros asuntos.