EFE
Bogotá
El huracán Dean, que ha dejado 13 muertos a su paso por el Caribe, aminoró ayer la intensidad de sus vientos a 130 kilómetros por horas en su avance por suelo mexicano, pero amenaza con fortalecerse en el Golfo de México.
La ciudad mexicana de Chetumal y varias comunidades cercanas del sur del estado de Quintana Roo fueron azotadas la madrugada de ayer por un temible Dean de categoría 5, con vientos de 260 kilómetros por hora y rachas superiores a los 315 e intensas lluvias.
En declaraciones a la radio, el gobernador de ese estado, Félix González Canto, dijo que parte de la ciudad estaba “sin energía eléctrica, con postes caídos y muchos árboles tirados”, en una primera valoración sobre la situación tras la entrada del ojo del huracán.
González Canto señaló que las autoridades no recibieron información de posibles pérdidas de vidas humanas en la zona a causa del ciclón, calificado por el Centro Nacional de Huracanes de EEUU (CNH), con sede en Miami, como “potencialmente catastrófico”.
Al final, Chetumal, la capital del estado con una población de 160.000 habitantes, de los cuales unos 20.000 fueron llevados a refugios, no sufrió daños de consideración tras el embate de Dean.
En Quintana Roo y Yucatán fueron habilitados unos 1.880 refugios temporales en escuelas y edificios públicos más seguros que las endebles viviendas de muchos de los pobladores, algunos de ellos indígenas mayas.
Pero a lo largo del día, el primer huracán de la temporada en el Atlántico Norte redujo su potencia y fue degradado de categoría 5 a 1, según el boletín de las 21.00 GMT emitido por el CNH, lo que aminoró el temor de nuevas víctimas.
La Asociación de Hoteles de Cancún informó que a pesar del fuerte viento, que alcanzó los 100 kilómetros por hora en la zona, ningún centro de hospedaje sufrió deterioros de importancia.
ADVERTENCIA. Sin embargo, los expertos han advertido sobre la posibilidad de que se recupere en el Golfo de México. “Es posible” que Dean se fortalezca una vez que esté en las aguas cálidas del Golfo de México y se transforme en un ciclón de categoría mayor (tres, cuatro o cinco) antes de impactar las costas continentales mexicanas”, dijo un meteorólogo del CNH.
“Sigue siendo un huracán muy peligroso”, subrayó el experto del CNH, en tanto que los meteorólogos mexicanos llamaron a la población y a las autoridades a no confiarse.
En principio se prevé un nuevo impacto sobre tierras mexicanas “en un punto entre el puerto de Veracruz y Tampico”, por lo que se ha pedido tomar precauciones porque se esperan lluvias intensas como las asociadas a los huracanes o las tormentas tropicales.
La salida del huracán nuevamente al mar también generará vientos de norte a sur en el Golfo de México, lo que desencadenará una “marea de tormenta” que podría golpear con intenso oleaje a las poblaciones costeras, según los especialistas.
Este huracán ha dejado al menos 13 muertos: cuatro en Haití, igual número en República Dominicana, dos en Jamaica, dos más en Dominica, uno en Santa Lucía y centenares de miles de evacuados.
Cementerio de pájaros en Bacalar
El centro de Bacalar, pequeño poblado de la Península mexicana de Yucatán (este), amaneció con cientos de pájaros muertos y decenas agonizando, que los adolescentes matan de un pisotón “para poner fin a su sufrimiento”, producto del paso del poderoso huracán Dean.
“Es todo muy triste; los árboles arrancados desde la raíz, las casas más pobrecitas un tanto inundadas, pero sobre todo los pajaritos, muchísimos están agonizando”, se lamenta Jacinta García en un primer recorrido por su pueblo después de una larga noche. “Los chavitos (adolescentes) con un pisotón les aplastan la cabeza a los pitch (nombre local de las aves que en realidad se llaman sanates) que encuentran agonizando, pero yo prefiero recogerlos y ponerlos en un lugar seguro y espero que se recuperen solos”, añade Lorena Bautista, otra lugareña.