A esta apuesta se lanzaron el Grupo GPSA y Arrozales del Chaco, que vieron en los campos generalmente destinados a la ganadería, una oportunidad para aprovechar sus suelos, que al estar cerca del río Paraguay representa una ventaja para un cultivo que necesita de abundante agua.
“El proyecto empezó para tratar de volcar la ganadería y convertirla en una unidad agrícola que busque maximizar un poco los resultados que pueda generar una ganadería de tan baja carga”, explicó el director comercial de GPSA, Fabián Pereira.
Detalló que si se combinan ambos rubros, se podrá producir más cantidad de ganado en un espacio más reducido, mientras que se utilizarían los terrenos bajo agua para la siembra de arroz. De acuerdo a sus datos, se tiene un bovino en un área que se extiende por más de una hectárea.
Los cultivos se desarrollan en la Estancia 7 Puntas, donde el rendimiento promedio es de 8.000 kg por hectárea, aunque hay casos en que se alcanzaron 12.000 kg.
Estos resultados se mostrarán hoy a los productores y autoridades con el objetivo de demostrar el potencial del Chaco para la producción agrícola.
Es el tercer año del proyecto, que apunta llegar en mediano plazo a 12.000 hectáreas.
Pereira agregó que la inversión privada es importante, pero también se necesita del Estado, especialmente para la construcción vial, para trasladar las maquinarias y producción.
Una superficie de 3.500 hectáreas es aprovechada para el cultivo de arroz en el Bajo Chaco. Esta experiencia invita a los ganaderos a volcarse hacia el sector agrícola para aumentar sus ganancias.
