El índice de casos fatales por el mal se mantiene en el país. En lo que va del año, 94 infectados por la leishmaniasis visceral humana fueron detectados, y la cantidad de muertes por la enfermedad suma cuatro, de acuerdo a los registros del Ministerio de Salud.
Según el Centro Antirrábico Nacional (CAN), de 11.217 muestras caninas, el 32 % dio positivo a la prueba de leishmaniasis. Con respecto a las cifras, el doctor Miguel Ángel Castagnino, director del Programa Nacional de Control de Zoonosis, señaló que en Paraguay, dicho mal ya es una enfermedad endémica, pero no hay riesgos de que se produzca una epidemia.
“Tenemos un alto índice de positividad, pero la relación hombre-animal no es la misma. No hay misma cantidad de perros enfermos que humanos; la mayoría de los enfermos eran inmunocomprometidos. Si las defensas del cuerpo no resisten, el hombre se contagia”, aclaró.
El director explicó que el número de casos se mantiene anualmente. El año pasado se registraron 145 casos en humanos, y de 15.100 perros muestreados, el índice de positividad fue del 32 %. Esto se mantuvo hasta setiembre.
La leishmaniasis visceral es una enfermedad grave producida por un parásito (Leishmania chagasi), que vive en la sangre y en los órganos internos. Los perros son los reservorios de este mal y la fuente de contagio, las zonas urbanas. La enfermedad se transmite a los perros a través de la picadura de un insecto (flebótomo) que se alimenta de la sangre, como el karachã.
ÁREAS DE CASOS. Las zonas en donde se registran la mayor cantidad de casos comprenden los departamentos de Cordillera, Paraguarí, Itapúa, Caaguazú, Guairá y San Pedro. El área de mayor prevalencia de la enfermedad es Central.
Castagnino explicó que desde el 2000 empezaron a detectarse focos de infestación de leishmaniasis en el departamento Central y Asunción. A medida que se producía la deforestación, el vector emigraba a la zona urbana.
“Atribuimos el aumento de los casos al cambio climático y a la deforestación. En años anteriores, la enfermedad aparecía en San Pedro o en Caaguazú y eran infectados los leñadores o las personas que trabajaban en el monte”, manifestó.
CONTROL. El especialista explicó que esta enfermedad crónica tiene un periodo largo de incubación, y por más que el perro no presente síntomas, el animal irá desarrollando la enfermedad, y en dos o tres años mostrará síntomas visibles. La prueba es gratuita y se realiza en el centro antirrábico. “La gente se resiste cuando el resultado es positivo porque no hay síntomas visibles. Solicitamos a las personas que traigan a sus perros al Centro Antirrábico, por lo menos dos veces para hacer prueba”, dijo.
SIGNOS DEL MAL
Los síntomas en los canes son: caída del pelo, pequeñas úlceras en la piel, adelgazamiento, crecimiento exagerado de las uñas, decaimiento y conjuntivitis.
En el hombre se manifiesta con fiebre alta, tos, abultamiento del abdomen y pérdida de peso. El riñón, el hígado y el bazo son los órganos más afectados. “Es muy difícil de combatirla hasta que no se tenga una vacuna efectiva. Como el dengue, esta es casi una cuestión climática y cultural”, dijo el dr. Castagnino.