Lucho González hace tiempo salió de Mburuvicha Róga, pero las tardes de fútbol a la que era afecto el ex mandatario, ahora preso, continúan. Un selecto grupo integrado por fiscales, jueces, altos funcionarios y periodistas forman parte del nuevo grupo. Lo único que falta es el chupi, después todo sigue igual. Más datos con Sosa Pasmor, Alegre, etc.
La semana que pasó, Moniquita logró capear por ahora el temporal que se le vino encima durante su ausencia. Mientras el directorio esté incompleto y la oposición mantenga distancia con el Tendota, la sargenta del BCP tiene cuidada la espalda.
El padre de la capa del BCP volvió a instalar su oficina de “contador y auditor” ad honorem de la institución en su casa de Río de Janeiro c/ San José, después de las amenazas de renuncia de los gerentes de Contabilidad y Auditoría Interna. Estos se negaron a rendir cuentas y maquillar el balance.
Moniquita, a través de sus esbirros, hizo saber a todos los funcionarios que el Tendota le respalda gracias a Carlitus, y que se vengará de sus detractores y opositores postergando ascensos, especialmente por haber filtrado una carpeta a los funcionarios del FMI, sobre la situación del BCP tanto a nivel externo como interno.
Segundo Ibarra, juez penal de Caacupé, se ganó un lugar en la historia judicial del país al hacer lugar “parcialmente” a un recurso de amparo.
Se parece al caso aquel del médico que le dijo a la madre de una jovencita a la que acababa de revisar que su hija estaba “medio embarazada”.
Pero en realidad, el juez Segundo entró en primer lugar por descuido, nada más. La figura es su esposa, la fiscala Delvalle, especialista en atacar o defender entidades financieras.
Al Banco Oriental le dejó escamotear millones a sus clientes y colaboró bastante para dejar en libertad a su dueño, el célebre Wai Fu Chang. O “A Fú".
Ahora, la Delvalle ataca con furia a una importante cooperativa, según ella, para defender los intereses de un prestatario que se queja de tener que pagar intereses usurarios (debe varias cuotas) por unos tres o cuatro créditos.
Algunas versiones alarmantes dicen que, en realidad, algunos bancos estarían incentivando las actividades de la fiscala contra la cooperativa, dada su enorme captación de ahorros.
Si el juego ya fue descubierto, señora fiscala, lo mejor que puede hacer es devolver la base de datos de la cooperativa, y dar por terminada su complicidad con sus... cómplices.