“El Papa estaba cansado, ayer tuvo un día muy ocupado, vio a mucha gente, mantuvo la reunión del sistema de escuelas Scholas Occurrentes y quiso saludar a todos. La resistencia se debilita en algún momento”, explicó posteriormente el cardenal Pietro Parolin, número dos de la Santa Sede, citado por la agencia italiana Agi.
Esta cancelación de actividades se produce dos meses después de la hospitalización de Francisco durante tres días en Roma, a causa de una neumonía que logró superar con un tratamiento a base de antibióticos.
El Pontífice confió el pasado jueves a la televisión hispanohablante Telemundo que la neumonía fue “tratada a tiempo”, pero que en unas horas más el cuadro “hubiera sido más grave”.
Contó también que se siente “mucho mejor” de los dolores de rodilla que lo obligan a desplazarse en silla de ruedas o con bastón. “Ya puedo caminar, la rodilla se fue arreglando. Hay días que es más doloroso, como hoy, y días que no. Pero es parte del desarrollo”, completó.
Al regresar de Hungría a fines de abril, Francisco manifestó su voluntad de seguir viajando. Tiene previsto asistir del 2 al 6 de agosto en Lisboa a las Jornadas Mundiales de la Juventud (JMJ) y viajar en setiembre a la ciudad francesa de Marsella. Posteriormente, encarará un viaje a Mongolia.
El estado de salud de Jorge Bergoglio, elegido al frente de la Iglesia Católica en el 2013, alimenta regularmente las conjeturas sobre su eventual renuncia. AFP