La vicepresidenta escuchará vía telemática este martes el veredicto del Tribunal Oral Federal 2 en el caso que juzga las presuntas irregularidades en la concesión de 51 obras públicas a firmas del empresario Lázaro Báez durante los gobiernos de Néstor Kirchner (2003-2007) –fallecido en 2010– y Cristina Fernández (2007-2015) en la austral provincia de Santa Cruz, cuna política del kirchnerismo.
Fernández está acusada de haber cometido delitos de asociación ilícita y administración fraudulenta de fondos públicos, por lo que, el pasado 22 de agosto, la Fiscalía pidió para ella una condena de 12 años de prisión y la inhabilitación para ejercer cargos públicos de por vida.
Este lunes, la vicepresidenta compartió en redes sociales extractos de la entrevista publicada el domingo por el diario brasileño Folha de São Paulo, en la que reconoció que las portadas del 7 de diciembre dirán “Cristina condenada” y repitió que la sentencia “estaba escrita”, como dijo el 2 de diciembre de 2019 cuando se le tomó declaración. En aquel momento, a días de asumir como vicepresidenta, cuando fue citada a declarar, pero no respondió preguntas, Fernández había acusado a los jueces de ser “un tribunal del ‘lawfare’ (guerra judicial)” además de tener “la condena escrita”. Agregó, entonces, que a ella la “absolvió la historia”.
LULA Y CORREA. Aseguró que se ha usado a la Justicia para perseguirla, algo que, según ella ha sido un común denominador con líderes progresistas de la región como Luiz Inácio Lula da Silva y Rafael Correa.
“Yo creo que es un fenómeno que pasó con el partido judicial en toda la región”, señaló en una entrevista exclusiva al periódico brasileño Folha de São Paulo.
Según Fernández, quien ha sido diputada, senadora, primera dama y presidenta de Argentina en dos ocasiones, el “partido judicial” reemplazó al “partido militar” en la región, tras la caída del muro de Berlín, cuando las dictaduras ya no eran tan bien vistas, y por eso varios líderes de Suramérica han sufrido “lawfare” (persecución de los adversarios por vía judicial). En el caso de Lula, señaló, los mismos que lo metieron preso revisaron lo que habían hecho con la llegada de Jair Bolsonaro a la presidencia.
“¿Y por qué creo que lo hicieron? porque en definitiva, cuando impidieron que Lula fuera el candidato a presidente y el posible presidente, llegó Bolsonaro y las consecuencias de un personaje como Bolsonaro le hicieron mucho daño a Brasil”, indicó.
Fernández dijo que lo mismo había ocurrido con el ex presidente de Ecuador Rafael Correa –asilado actualmente en Bélgica– cuando era mandatario en el país.
Según la vicepresidenta, lo que ha ocurrido con Lula y Correa es lo mismo que está pasando con ella, pues le están violando sus garantías constitucionales y todas las acusaciones que le hacen “son mentiras”.
“Cuando se violan todas las garantías, cuando el juez dijo una cosa y hoy dice otra con base en una denuncia que hizo el gobierno (de su principal opositor, el ex presidente Mauricio) Macri, obviamente habrá una condena”, señaló.
Para ser efectiva, una eventual condena este martes en el caso llamado “Vialidad” deberá transitar un largo proceso hasta ser refrendada o rechazada por la Corte Suprema.
La líder del peronismo kirchnerista cuenta con fueros que la blindan de una eventual detención hasta diciembre de 2023, cuando termina su mandato como vicepresidenta, y aunque aún no ha desvelado si será candidata en las elecciones de octubre próximo, algunos analistas comentan que podría presentarse al menos como senadora para mantener la inmunidad.
Se esperan para este martes movilizaciones de sus seguidores en la ciudad de Buenos Aires, si bien el entorno de la vicepresidenta no ha hecho ninguna convocatoria a una manifestación masiva.
12
años de prisión y la inhabilitación para ejercer cargos públicos de por vida pide la Fiscalía para CFK.