“Somos cristianos y cristianas que queremos interpretar los signos de los tiempos a la luz de nuestra fe en Jesús resucitado y nos comprometemos en vivir como Iglesia (pueblo de Dios) encarnados en este tiempo difícil que nos toca vivir.
Por eso denunciamos las estructuras de opresión que producen miseria, hambre y muerte en el mundo entero. Queremos que la Iglesia se ponga al lado de los pobres y que sea capaz de excomulgar a los que desde el poder económico y político son responsables de la poca calidad humana de millones de seres humanos”.
“Insistimos en la presencia de la mujer en la comunidad cristiana en todos los niveles y en su igualdad con el varón. Nos referimos al camino hacia el sacerdocio de la mujer y su acceso a puestos de liderazgo, conducción y toma de decisiones”.
“La opción por los pobres llega a ser una opción política. Su masividad, lo objetivamente insostenible de su situación y la conciencia que van adquiriendo de la pobreza y sus causas, la esperanza que se va generando entre ellos de que otra vida de mayor calidad humana es posible y de que hay que luchar por ella, suponen un potencial político en nuestros países de América Latina”.
“Nosotros los cristianos evangelizamos en articulación con la justicia social o no evangelizamos”.
“Además de la injusticia social existe la injusticia ecológica que es la explotación del sistema consumista en los limitados recursos del planeta.
Esto ha llevado a la degradación de los ecosistemas. Ejemplo: la falta del agua potable, el desequilibrio del clima, el calentamiento creciente de la tierra”.