28 mar. 2024

Crecida del río Paraguay golpea la economía de las familias ribereñas

Sectores de albañilería, carpintería, ganadería y comercios son los más afectados en zonas inundadas del país. Hay más de 62.000 familias damnificadas, según último informe de la SEN.

Las olas del río golpean con fuerza el pequeño muro pegado a la casa de doña Buenaventura Mora, en Villeta. Hace frío y las lluvias son continuas. El agua ya inundó la carpintería familiar y ahora empieza a rodear la despensa. La mujer extrae agua de su pequeño galpón, como una forma de resistencia, y la arroja hacia el caudal que rodea su vivienda. Teme que pronto deba realizar la forzada mudanza.

“Mi marido ya no puede continuar con su trabajo porque su taller se inundó, igual que las casas de mis dos hijas que se mudaron con nosotros. Teníamos también vacas y llevamos a otro lugar. En la despensa tampoco viene más tanta gente porque estamos rodeados de agua”, lamenta doña Buenaventura.

La mujer queda a cargo de sus dos pequeñas nietas mientras sus hijas van a trabajar. “Casi todo el tiempo nos encerramos en la pieza porque es peligroso que las nenas jueguen afuera”.

Afectados. Varias otras familias asentadas en la zona ribereña de Villeta, departamento Central, ya son desplazadas por el agua. El río Paraguay en la zona llegó ayer a la altura de 7,78 m. Solo faltan 22 cm para alcanzar los 8 m, considerado como desastre, según los parámetros establecidos por la Dirección de Meteorología e Hidrología.

Hasta el momento son 200 familias damnificadas en dicho distritos, según el reporte de la Secretaría de Emergencia Nacional (SEN).

Una inundación de esta envergadura vuelven a vivirlo después de tres años, comentan los habitantes de Villeta que empiezan a realizar sus mudanzas.

Quienes no pueden pagar un alquiler se instalan en veredas y patios baldíos en precarias viviendas hechas en su mayoría de carpas. Los afectados piden por lo menos materiales como terciadas para reforzar la provisoria estructura y en algunos casos alimentos por quedar sin trabajo.

En las provisorias casas tampoco cuentan con baños móviles. “Le tengo a mi marido con cáncer y a mi mamá anciana conmigo. Como no tenemos baño móvil, mandé hacer un pozo ciego para instalar el inodoro y cubrir con carpa negra”, expresa Trifona Sánchez, quien se instaló en una vereda del barrio Inmaculada, a la vera del río desde donde se observa parte de su casa que quedó bajo el agua.

Asunción. Pobladores del barrio Sajonia también enfrentan al avance del agua. Comerciantes y moradores en general, en la zona del Club Puerto Sajonia, instalaron bolsas de arena y se movilizan en canoas.

En el área de capital son cerca de 14.800 las familias afectadas. El nivel del río llegó ayer a 7,49 m con un ascenso de 4 cm.