El levantamiento de las restricciones sanitarias instauradas desde el inicio de la pandemia está permitiendo de a poco que la vida social de los paraguayos retorne a la normalidad, con eventos sociales y reunión de personas.
Esto trae un alivio a la economía tan golpeada por la crisis, con la reactivación de los sectores gastronómicos, de eventos y espectáculos. Sin embargo, también supone un desafío, pues se debe mantener un nivel mínimo de los cuidados para evitar sufrir un retroceso en cuanto a la cantidad de contagios. Todavía estamos expuestos al peligro de ser golpeados por una tercera ola de Covid-19.
El panorama actual de la pandemia ha comenzado a mostrar señales preocupantes.
En el Este del país, las autoridades sanitarias han expresado su preocupación por la escasa concurrencia en los vacunatorios de Ciudad del Este y el interior del Alto Paraná. Al mismo tiempo, confirman que todos los pacientes internados en Cuidados Intensivos presentan cuadros respiratorios graves, y ninguno de ellos ha sido vacunado. Según el doctor Carlos Pallarolas, director zonal del Instituto de Previsión Social, esta situación se registra desde hace dos semanas con un aumento sostenido, y que se debe controlar la situación para evitar un desborde y una tercera ola.
En el Instituto Nacional de Enfermedades Respiratorias y del Ambiente (Ineram) se vive una situación parecida: la mayoría de los internados son no vacunados; y si bien las cifras de internados son muy inferiores con relación al pico de la pandemia del Covid-19, la situación debe ser un llamado de atención sobre los cuidados y la vacunación.
Los médicos del Bloque de Contingencia del Hospital de Clínicas también han expresado su preocupación por el aumento de consultas respiratorias y nuevos pacientes con Covid-19. Advirtieron que se trata de personas que no se vacunaron contra la enfermedad.
Esta tendencia que se ha comenzado a notar en cuanto al aumento leve de casos, y especialmente el dato que quienes ocupan las camas en las UTI son personas que no están vacunadas, es una señal de alerta.
El ministro de Salud, Julio Borba, admitió su preocupación por la falta de afluencia de personas a los centros vacunatorios. Según él, se perdió el miedo a la enfermedad y también calificó de “un grave error” el relajo ciudadano.
Salud Pública tiene la obligación de redoblar sus mensajes a la población para mantener los cuidados sanitarios, porque si bien ya tenemos disponibilidad de vacunas, el lavado de manos y el uso de las mascarillas son irreemplazables como medidas de prevención.
En cuanto a la vacunación, es responsabilidad de los funcionarios saber llegar a la población para persuadirla de la importancia de estar inmunizados. El Paraguay no se podrá permitir una tercera ola severa de Covid-19, cuando apenas hemos superado los meses más difíciles de la pandemia.
La vuelta a la normalidad es un hecho positivo, pero el Gobierno debe emprender acciones para acelerar la vacunación masiva contra el virus, y el Ministerio de Salud debe enviar mensajes más contundentes a la población acerca de la necesidad de no abandonar los cuidados.