Hoy meditamos el Evangelio según San Juan 8,51-59.
La liturgia de estos días nos acerca ya al misterio fundamental de nuestra fe: la Resurrección del Señor.
La Pasión del Señor debe ser tema frecuente de nuestra oración, pero especialmente lo ha de ser en estos días ya próximos al misterio central de nuestra redención.
Nos hace mucho bien contemplar la Pasión de Cristo: en nuestra meditación personal, al leer el Santo Evangelio, en los misterios dolorosos del Santo Rosario, en el Vía Crucis. En ocasiones nos imaginamos a nosotros mismos presentes entre los espectadores que fueron testigos de esos momentos.
Los padecimientos de Cristo nos animan a huir de todo lo que pueda significar aburguesamiento, desgana y pereza. Avivan nuestro amor, y alejan la tibieza.
Hagamos el propósito de estar más cerca de la Virgen estos días que preceden a la Pasión de su Hijo, y pidámosle que nos enseñe a contemplarle en esos momentos en los que tanto sufrió por nosotros.
El papa Francisco a propósito de la lectura de hoy dijo: “La Trinidad, como mencionaba, es también el fin último hacia el cual está orientada nuestra peregrinación terrenal. El camino de la vida cristiana es, en efecto, un camino esencialmente ‘trinitario’: El Espíritu Santo nos guía al conocimiento pleno de las enseñanzas de Cristo. Y también nos recuerda lo que Jesús nos ha enseñado. Y Jesús, a su vez, ha venido al mundo para hacernos conocer al Padre, para guiarnos hacia Él, para reconciliarnos con Él.
Todo, en la vida cristiana, gira alrededor del misterio trinitario y se cumple en orden a este misterio infinito. Intentemos, por tanto, mantener siempre elevado el ‘tono’ de nuestra vida, recordándonos para qué fin, para cuál gloria existimos, trabajamos, luchamos, sufrimos. Y a cuál inmenso premio estamos llamados. Este misterio abraza toda nuestra vida y todo nuestro ser cristiano. Lo recordamos, por ejemplo, cada vez que hacemos la señal de la cruz: en nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo.
(Frases extractadas de http://www.homiletica.org/francisfernandez/franciscofernandez0150.htm y https://es.catholic.net/op/articulos/14451/cat/565/es-mi-padre-quien-me-glorifica.html#modal).