A cuatro meses de que varios países de la región ya vienen vacunando contra el Covid-19, en el Paraguay no se ha aplicado todavía ni una sola dosis a la población civil.
Hasta ahora, hasta el momento, el país recibió solo unas 27.000 dosis, de las cuales 23.000 corresponden a donaciones, que ni siquiera alcanzan para inmunizar a los médicos y trabajadores de salud.
Esta es la evidencia más concreta de la gran inutilidad del gobierno de Mario Abdo Benítez, que se limitó a confiar en el fracasado mecanismo Covax, una plataforma especial codirigida por la Alianza Gavi para las Vacunas (Gavi), la Coalición para la Promoción de Innovaciones en pro de la Preparación ante Epidemias (CEPI) y la Organización Mundial de la Salud (OMS), con el objetivo de garantizar un acceso justo y equitativo a las vacunas, pero que hasta ahora no ha podido responder como se esperaba a los países con menos posibilidades, como el nuestro.
El principal error del Gobierno paraguayo fue haberse quedado en el molde, confiado en que el mecanismo Covax respondería pronto, sin preocuparse desde el principio en hacer gestiones más directas, como lo han hecho la mayoría de las otras naciones. Ello no ha ocurrido, hasta ahora.
Las autoridades han prometido en numerosas oportunidades que las vacunas llegarían en distintas fechas, incluso lo anunciaron ya en el mes de diciembre pasado, luego lo volvieron a hacer en enero, luego en febrero, y posteriormente en marzo, pero no se ha cumplido. A tal punto que el actual ministro de Salud, Julio Borba, se ha negado a dar una nueva fecha, hasta que se tenga seguro que el avión con las vacunas esté aterrizando en nuestro aeropuerto.
Ahora nuevamente se especula que este fin de semana llegarían unas 36.000 unidades de vacunas a través del sistema Covax, y que un segundo lote de 64.000 dosis llegaría la próxima semana, pero hasta que la carga aterrice es difícil de creer. De todos modos, la estimación es que, hasta fines de año, a través del mismo mecanismo, llegarían cuatro millones de dosis, que servirían para inmunizar a 2.000 millones de habitantes, lo cual igual resultará insuficiente.
Los expertos sostienen que para lograr la inmunidad de la población se debe llegar a vacunar al menos a un 75% de la población (que, para el caso del Paraguay, serían más de cinco millones de personas que requieren ser vacunadas).
En momentos en que el sistema de salud está prácticamente colapsado y hay gente que muere por falta de camas de terapia intensiva, el Poder Ejecutivo debe reaccionar de manera más decidida y tener como prioridad urgente conseguir las dosis necesarias para proteger a la población y poder reactivar la economía.