13 dic. 2025

Conocer a Dios a través de Jesucristo

Hoy meditamos el Evangelio según San Juan 5, 17-30.

Después de curar a un hombre en sábado, Jesús es atacado por los fariseos por violar sus tradiciones, pero en el fondo la razón es que afirmaba ser igual a Dios. En este pasaje utiliza sus objeciones para explicar su relación con el Padre. Afirma muchos atributos divinos.

Comienza dando a entender que sus acciones son obras del Padre (Jn 5,17). La reivindicación de la divinidad enfurece a los fariseos (5,18). Por eso dice, continuando su argumento, que es capaz de hacer obras mayores que el milagro del que se quejan (Jn 5,20). Afirma tener poder sobre la vida y la muerte (Jn 5,21), autoridad para juzgar (Jn 5,22) y honor divino (Jn 5,23). Afirma que los que rechazan su mensaje deshonran a Dios (Jn 5,24) y que solo los que creen en Él tendrán vida eterna (Jn 5,25). Este pasaje culmina con la afirmación “como el Padre tiene la vida en sí mismo, así también le dio al Hijo la posesión de la vida en sí mismo” (Jn 5,26), que es una declaración de la Divinidad de Cristo tan clara como podemos esperar.

Los milagros de nuestro Señor, como la curación que provocó esta confrontación, demostraron que sus enseñanzas estaban garantizadas por Dios como verdaderas. Pero una de sus enseñanzas centrales fue que Él era Divino, y eso era muy difícil de aceptar para los fariseos, incluso con la evidencia de los milagros. Vemos en este pasaje que, al ser cuestionado, Jesús no se retractó de su afirmación, sino que encontró diferentes maneras de reafirmarla con mayor énfasis.

Aprendemos mucho más sobre Dios conociendo a Jesucristo que de cualquier otra manera. Cuando meditamos en sus acciones, tal como se describen en los Evangelios, debemos recordar siempre que Él era divino y humano. La lección principal de todo lo que hizo es que fue Dios quien actuó de esa manera. Y así se nos permite conocer a Dios de forma personal. Del mismo modo, uno de los objetivos del apostolado es conseguir que la gente lea los Evangelios porque en ellos ven a Cristo, y “el que me ha visto a mí ha visto al Padre” (Jn 14,8).

(Frases extractadas de https://opusdei.org/es-py/gospel/2023-03-22/)