Para Martínez, la crítica por parte de Ricardo Valenzuela, obispo de Caacupé, no “es solo un reclamo de la Iglesia Católica, sino que también de toda la sociedad en relación a las transformaciones en el ámbito político, en el manejo de la cosa pública, en las políticas públicas, es la tarea pendiente en el Paraguay desde hace muchos años”.
Dijo que no solo “se debe plantear como un reclamo sino que trabajar en los mecanismos y por sobre todo la justicia es la que tiene una tarea pendiente de no seguir produciendo impunidad”, sostuvo.
Dijo que hay que atacar la corrupción institucionalmente. “Acá el problema no es la corrupción porque la corrupción existe en todas las sociedades, sino que vivimos en una sociedad que no tiene o no implemente los mecanismos contra la corrupción y las ilegalidades”, manifestó.
En tono de mea culpa indicó que “todos los que trabajamos en esto no pudimos obtener los resultados y de alguna manera todos somos responsables por nuestra indolencia”, refirió. Instó a que las grandes transformaciones se produzcan mediante el funcionamiento institucional.