23 jun. 2025

Con oraciones, y en medio de robos, recuerdan a los muertos

El Día de los Difuntos transcurrió con mal tiempo, y por ello fue escasa la afluencia de gente ayer a los cementerios. Además de los familiares de los fallecidos, hubo visitas de ladrones de objetos de bronce.

El olor a flores y el de las comidas ofrecidas por los vendedores ambulantes se mezclaban ayer en los cementerios locales, adonde la gente acudió para rendir culto a seres queridos fallecidos.
La lluvia mermó la presencia temprana de los visitantes, quienes en su mayoría llegaron ya cerca del mediodía o después, para cumplir con el ritual de limpiar tumbas y panteones, colocar flores, encender una vela y rezar alguna oración. Algunos -los menos- llegaron preparados para pasar el día cerca del lugar donde reposan sus difuntos.
La familia Samaniego, por ejemplo, llevó sus sillas plegables, comida, rosarios, tereré y hasta paquetitos con golosinas para repartir a los niños. Incluso previeron un toldo que colocaron para protegerse de la lluvia, primero, y del sol, más tarde. “Venimos cada año sí o sí, toda la familia, el 1 y el 2 de noviembre, y nos quedamos hasta las 5 de la tarde”, comentaron. Para ellos es una ocasión de encuentro familiar. “Somos más de 100 y venimos acá para recordar con alegría a los que se fueron”, expresaron.
ABANDONADOS. Otros difuntos no tienen la misma suerte. Cubiertos de polvo, telarañas o moho, con pinturas descascaradas y tal vez alguna flor seca, son muchos los nichos y panteones abandonados en los cementerios.
“La gente ya no viene como antes. Cada vez hay menos, la tradición se está perdiendo”, comentó doña Lucía Zayas, una sexagenaria vendedora de flores que trabaja allí desde hace más de 45 años.
“Este es mi puchero. Con esto les dí de comer a mis ocho hijos, les hice estudiar”, se enorgullece.
Doña Lucía explicó que, anteriormente, la gente iba al cementerio los lunes, domingos y sábados, aparte de las fechas especiales. “Ahora solo el Día de los Difuntos y algo en Semana Santa. Para el Día de la Madre sí hay muchísima gente, es la fecha donde hay más ventas”, dijo.
FLORES TEÑIDAS. En algunos cementerios ahora se puede encontrar una rareza: crisantemos azules, rosados y anaranjados (tradicionalmente sólo hay amarillos y blancos). No, no se trata de una nueva especie, simplemente a las vendedoras se les ocurrió teñir sus flores, algo que consiguen sumergiendo el tallo en agua coloreada.
Paños para vela, velas y estampitas se mezclan en los puestos de venta con bijouterie, chipa, pororó y tortillas.
Poco antes de las 5 de la tarde, hora en que se cierran los cementerios, los visitantes dejaron atrás a sus muertos, para volver a lidiar con el mundo de los vivos.
RECUPERARON CRUCES, PLACAS Y SANTOS
Los funcionarios del Cementerio de la Recoleta recuperaron ayer numerosas placas y cruces de bronce que iban a ser robadas. También hallaron imágenes de santos preparadas para ser sacadas del cementerio apenas se diera la oportunidad.
Algunos de los objetos fueron hallados escondidos en algunos recovecos -prestos para ser llevados- y otros en manos de supuestos albañiles, pillados “in fraganti”.
Según el administrador del cementerio, Antonio Aguilar, muchas veces los mismos fabricantes de placas y cruces son quienes compran los objetos robados para volver a venderlos.
Actualmente, este camposanto cuenta solo con 2 guardias de seguridad para vigilar 23 hectáreas y 13 portones, cantidad que ayer se aumentó a 4 centinelas.
“Yo le sugiero a la gente que saque su placa y ponga adentro, o que en vez de placas de bronce pongan de mármol, que no tienen valor comercial”, comentó Aguilar. “Acá te roban hasta la manija del cajón”, comentó un visitante que acababa de recuperar una cruz. Algunas personas también denunciaron profanación de tumbas y panteones.