Las intensas lluvias que se registraron en el Departamento de Canindeyú desde la noche del viernes pasado, dejaron ríos y arroyos desbordados que aíslan a varias comunidades.
Es el caso del río Curuguaty que limita los municipios de Curuguaty con Yasy Cañy, donde las principales comunidades de Tava Jopoi y Mandu’arã, a parte de 8 colonias indígenas, quedaron totalmente sin comunicación por el desborde de dicho cauce hídrico.
El puente de madera quedó bajo agua en toda su extensión y los lugareños no pueden transitar por la peligrosidad y la profundidad del río.
Según el docente Raúl Melgarejo, en Tava Jopoi viven más de 860 familias y el trayecto es fundamental para la provisión de mercaderías entre otras necesidades desde la zona de Mandu’arã. El puente de hormigón armado, cuya construcción se inició en el sitio hace más de un año, a cargo del consorcio Santa Lucía, está inconcluso.
El educador precisó que no solamente el problema es el desborde del río Curuguaty, sino que también se suma el calamitoso e intransitables camino que conduce a Curuguaty y a otras localidades. “Ni en motocicleta se puede transitar”, señaló.
La situación del mal camino también afecta el trayecto Curuguaty, Nueva Durango y Maracaná partiendo desde el arroyo Pa’iry, que también quedó totalmente desbordado.
Informes de lugareños revelan que decenas de vehículos de todo tipo quedaron empantanados en un tramo de 30 kilómetros entre la comunidad indígena Fortuna y la colonia menonita Nueva Durango. Mientras, es enorme el padecimiento de pobladores de Santa Rosa, Santa Catalina y Araújo Cué.